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Satanás juega a las cartas, de José Villacís González

Publicado el 25 abril 2016 por Pandora Magazine @PandoraMgzn

 

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Buen novelista y mejor dramaturgo

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Clasificación: Novela

Editorial: Me gusta escribir

Dicen que para los gustos están los colores. Supongo que algo parecido ocurre con los géneros literarios. El caso que nos ocupa es así. He leído a José Villacís como ensayista –es muy bueno, puede que esa sea su mejor faceta, ahora que lo pienso-; como poeta; como novelista y como dramaturgo. En el campo de la creación, considero que el género que mejor se ajusta a las características del autor es el teatral.

Es el género apropiado para un escritor tan intenso, que descarga sus palabras como un vendaval que te azota intensamente. En la novela, esa intensidad es menor porque el género así lo requiere. No se puede condensar tanto y al diluir el producto pierde su seña de identidad.

Para mí, José Villacís es como uno de esos puros que fuma. Algo con mucho sabor, con un humo denso y fuerte que puede hasta marear. Si queremos que un puro dure varios días estamos pretendiendo algo que va contra su propia naturaleza. Ojo, esto no quiere decir que la novela que hoy reseñamos no sea buena, vamos con ella.

A parte de grafólogo, escritor y profesor universitario, José Villacís González es economista. No solamente lo es, sino que creo que la economía es su gran vocación. Con sus obras de creación nos educa, nos alerta, azota nuestras conciencias y enciende todas las alarmas a la hora de avisar de lo que nos viene encima.

Por si fuera poco, en su nueva novela quien nos amenaza es el mismísimo Satanás. Al fin y al cabo y después de leer el libro, un pobre desgraciado que no es capaz de acogerse a la voluntad divina y lucha sin descanso por lograr la perfección que solamente Dios puede conseguir. Un intento de réplica, una voluntad rebelde que no asume que nunca podrá llegar al nivel de quien es superior por naturaleza. Esa es la triste realidad de Adolfo Pérez –protagonista de la novela y personaje que encarna a Satanás en esta historia-

Creo que la economía se ha apoderado de tal manera de la vida cotidiana, de la actualidad y de nuestro día a día, que hasta el telediario es un noticiario económico encubierto. La actualidad política está llena de casos de corrupción y los pactos parecen tener como telón de fondo intereses económicos varios y lucha contra esos intereses de unos y de otros; los deportes están cada vez más pendientes de los fichajes, los pelotazos en el traspaso de un jugador, los ingresos, los contratos televisivos y de más; la información internacional tiene a los refugiados y la guerra taladrando nuestras conciencias por las condiciones en las que viven miles de refugiados que llegan a las fronteras. El foco se pone nuevamente en el dinero, en cómo ayudar a los miles de personas que llegan a la frontera. Hasta la información religiosa revela corruptelas y negocios oscuros en la visita del Papa Benedicto XVI a Madrid y Valencia.

En definitiva, fruto de toda esta borrachera económica, veo en la novela de hoy un vómito que descarga esa obsesión, ese veneno en el que se ha convertido el dinero. El mensaje de este libro, según mi modesta opinión es que el dinero es el gran corruptor de las personas. El veneno que hace perder la dignidad, la felicidad, la comunicación con los demás. Se convierte así en una bola de cristal que hipnotiza y doblega voluntades hasta el punto de aislarnos y convertirnos en autómatas que no tienen otra finalidad que ganar más y más dinero. Avaros incorregibles o yonquis del dinero como se ha autoproclamado algún afectado.

Formalmente, se trata de una novela clásica en lo que a tamaño, número de páginas y presentación se refiere. Si ustedes piensan en una novela estarán visualizando algo muy parecido al libro que hoy recomendamos. En la cubierta unos motivos tipo mándala en tonos anaranjados sobre un fondo color tabaco nos hacen pensar que la manera más fácil de representar algo diabólico es así, con un dibujo abstracto y recargado. Que la disfruten.

Adolfo Caparrós Gómez de Mercado


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