Órbita geoestacionaria (escala real) (Wikipedia)
Hay que fijarse atentamente - quizá es mejor verlo directamente en Vimeo en HD – pero en el vídeo de más abajo se pueden ver fugazmente, completamente inmóviles, justo cuando la luz, creo, del Sol ilumina sus paneles solares o el propio cuerpo de los satélites artificiales que pueblan abundantemente nuestros cielos. Concretamente en este caso son los satélites que pueden verse en los Alpes suizos, es decir, en la Europa Central. Vídeo: APOD.
Justo a 35.768 kilómetros sobre al nivel del mar, allá donde la altura ha perdido su nombre y ha pasado a llamarse distancia, está lo que se denomina órbita geoestacionaria. Esta distancia, también llamada órbita de Clarke por el escritor y científico Arthur C. Clarke, es la justa y necesaria para que un satélite este siempre sobre un mismo punto de la superficie terrestre, perfecto para satélites de comunicaciones o meteorológicos. Pues resulta que cada vez hay mas y dentro de poco tiempo habrá un verdadero problema para situarlos como se puede apreciar en esta fotografía realizada en Tucson, Arizona, enfocando hacia el ecuador y dejando el obturador abierto durante un buen rato, realizada por EPOD; los surcos son las estelas que forman las estrellas al moverse y los puntos fijos son los satélites perfectamente identificados. Clic en la imagen para ampliar.
Imagen: Bill Livingston/Pete Marenfeld