
Últimamente estoy viviendo en una cinética sigmoidea. Resulta curioso darse cuenta, porque yo siempre he sido muy exponencial... vamos, que normalmente paso de cero a cien en un santiamén, y nunca suelo tener límite para nada! xDHasta ahora, que de nuevo me toca lidiar con uno de tantos septiembres hincando los codos. Y ha sido precisamente hoy cuando mi vida se ha tornado a un crecimiento sigmoideo, cuando me he percatado de que en esto de estudiar sigo rigurosamente dicha función, y que a falta de dos días para el examen he llegado a mi nivel de saturación.
Las últimas semanas me he regido estrictamente por la curva sigmoidea. Imaginad en el eje de abscisas el tiempo en días que restan hasta el examen. En el eje de ordenadas sólo hay que colocar mi capacidad de estudio, medida en unas unidades desconocidas hasta ahora... xD. ¡Ya está! Luego me he ceñido a la curva a rajatabla. Los primeros días, estudiando poco, más bien nada; posteriormente, cogiendo carrerilla, y estudiando cada vez más y mejor. Y desde hace un par de días, me encuentro en el nivel de saturación. Por mucho que lo intente, mis neuronas no asimilan ningún dato más. Se niegan en rotundo a chutarse en dendrita más nombres de microorganismos, o a intentar comprender el funcionamiento de un reactor de flujo pistón.
Dos días para el examen. Nivel de saturación alcanzado. En busca de la fórmula que me ayude a entrar en la función de estudio correcta. ¡Ésta sería mi salvación!
