Buenos días a todos! Hoy os traigo un post un poco distinto, porque la ocasión lo merece. La semana pasada, dentro de mi viaje a París, tuve la oportunidad única de visitar el atelier de Schiaparelli en la mítica Place Vendôme. Fue un sueño irrepetible que quiero compartir con vosotros hoy. Lamentablemente, para preservar la intimidad de sus clientes, no me permiten publicar las imágenes que tomé ese día, pero solamente viendo las imágenes de su última colección de alta costura, podéis haceros una idea de la grandiosidad de esta firma renacida en 2006.
Cuando pensamos en alta costura, se nos vienen a la cabeza firmas como Dior, Chanel o Giambattista Valli, pero hay una firma, que es sin duda mi favorita, y que en España muy poca gente conoce: Schiaparelli.
Elsa Schiaparelli fundó la maison en 1927, pero para entender la filosofía de la firma, antes hay que entender a su creadora. Elsa se crió en el seno de una familia acomodada italiana, saltándose todas y cada una de las normas establecidas por la encorsetada alta sociedad de principios del siglo pasado, por su naturaleza creativa e imaginativa. Ella no quería ser la típica chica y llevaba al extremo sus pensamientos y sueños, pensando que al calzarse un par de zapatos de tacón tenía alas y podía volar, o cubriendo su cabeza con un bouquet de flores, cuando le decían que las mujeres solo servían para adornar las estancias.Madame Schiaparelli llegó a la moda por casualidad, pues fue al crear un jersey tejido a mano por su abuela, en color negro, con un detalle de un lazo blanco en el cuello, para asistir a una fiesta, cuando causó sensación, y el director de unos conocidos grandes almacenes newyorkinos, presente en dicha fiesta, le encargó varias piezas iguales para vender en su establecimiento.Con sus diseños alocados y transgresores para la época, VOGUE se rindió a sus pies, y en poco tiempo la firma se catapultó a la fama y, trasladando su base de operaciones a París, se estableció como una de las modistas de referencia para la alta sociedad y celebrities francesas de la época, rivalizando incluso con la mismísima Coco Chanel.Elsa Schiaparelli era una grandísima amiga de algunos artistas de la época, como Salvador Dalí, con el que hizo numerosas colaboraciones para sus diseños en sus prendas y accesorios, además de ser el encargado del diseño de la mítica botella de perfume de la firma 'Le Roy Soleil'. Si os hablo de sus perfumes, tengo que destacar el perfume 'Shocking' cuya botella era un diseño a escala del cuerpo desnudo de Mae West, mito erótico de los años 30, en la que Jean Paul Gaultier se inspiró para crear el frasco de su perfume La Femme.Tras las guerras mundiales, la sociedad ya no demandaba tantos trajes de costura, por lo que Elsa Schiaparelli decidió cerrar la maison en 1954, para dedicarse a escribir sus memorias. Este hubiese sido el final de una firma tan grandiosa, pero en 2006 se reabrió, con Christian Lacroix al mando de la dirección creativa, recobrando su grandiosidad hasta nuestros días. Actualmente, su director creativo es Bertrand Guyon, quien, valiéndose de los archivos de la firma, ha creado piezas espectaculares como las que os enseño en el post de hoy.Espero que os gusten las imágenes y esta pequeña clase de historia. Un besazo enorme y feliz miércoles!Imágenes cedidas por la firma