Manchester United 3 - 0 Wolverhampton Wanderers
El mito del United enseño a su equipo el rumbo a seguir con el primer gol del partido en un momento clave. El Bolton perdió gradualmente su resistencia inicial y a un flojo Manchester le valió con los escasos momentos lúcidos de Rooney y Welbeck. Los locales igualan a sus vecinos del City en puntos y los trotters se hunden en la clasificación. 3-0 en Old Trafford.
Con una imperiosa necesidad de sumar puntos afrontaban ambos equipos la tarde en el teatro de los sueños. El United rondaba la idea de presionar al City en la clasificación mientras que para el Bolton toda ayuda en forma de puntos es poca para encarar el reto de no descender de división.
El partido comenzó con un ritmo alto, la grada contagiada y varios nombres propios en el equipo local. De Gea y su reiterada suplencia frente a la leyenda de Scholes sobre el césped. Los diablos rojos intentaron desde el principio darle su toque personal a los partidos en casa, con entradas rápidas por banda de Nani y Valencia y buscando el gol rápido. Sin embargo, los trotters no pecaron de cobardes y plantaron cara a los mancunianos. Limitados y algo impactados por el escenario, pero con humildad y valentía, el Bolton aguantó la igualada durante buena parte del primer período.
Ferdinand era la perfecta metáfora del United personificada en una de sus principales referencias. Lento y falto de ideas y reflejos. Tan solo los destellos de Welbeck y Valencia permitían al actual campeón dominar el partido. Fue precisamente el joven delantero el que forzó en el minuto 22 una pena máxima. Tan correcto sería decir que Rooney falló el penalti como que Bogdan lo detuvo. Pequeño golpe moral para el United ante un Bolton que apenas se estiraba con balones casi imposibles al bueno de Ngog.
Cuando más embarullado parecía el choque, la leyenda se abrió paso y mostró el camino de la victoria. En una jugada algo discontinua de Nani y Rooney, el balón llegaría al segundo palo donde Paul Scholes remataría a bocajarro. Victoria mínima para los diablos rojos que se marcharían escasos segundos después al descanso conscientes de la importancia del momentodel gol.
Con una enorme intensidad por parte de ambos equipos comenzaría la segunda parte. El Bolton adelantó sus líneas y los locales trataban de aprovechar los espacios al contragolpe. Las oportunidades claras de los delanteros del United se acoplaban en las posesiones largas, pero espesas, de las que disfrutaba el Bolton.
A los 68 minutos Paul Scholes se marchaba del equipo como quien deja a su hijo en la puerta del colegio. En su lugar entraba Ryan Giggs, el otro mito de la época moderna del club. Los compañeros del pelirrojo parecieron entender la responsabilidad del reto del partido de hoy y afrontaron los siguientes minutos con gran determinación. Poco después, Welbeck marcaría el 2-0 en una gran acción de Wayne Rooney; como consecuencia de la jugada del gol, el joven canterano caería lesionado y dejaría su puesto a un activo Chicharito Hernández.
El partido moriría en los últimos minutos con el tercer y definitivo gol del United gracias a un zurdazo bien colocado del siempre eficiente Carrick. Fácil, aunque trabada en su inicio, victoria de un flojo Manchester ante un Bolton que se hunde en la tabla. 3-0 en Old Trafford.
@JosePortas