Cuando pensamos en un pueblo alemán tradicional, se nos viene a la cabeza esos pueblos con casas de entramado de madera, a la orilla de un río donde hace mucho frío en invierno y seguramente calorcito en verano. Donde en invierno haya algún mercado de Navidad donde se tome el famoso glühwein y en verano haya algún festival que anime la vida del pueblo.
Bonita calle de Schwäbisch Hall
A partir de ahora quiero que cada vez que penséis en este tipo de pueblos penséis en Schwäbisch Hall, porque este pueblo todo eso y mucho más.Lo primero es saber que la forma más cómoda de llegar al pueblo es en coche. Si no tenéis coche por lo que sea, también se puede ir en tren, aunque lo más seguro es que tengáis que hacer algún que otro transbordo. Si venís en tren, no os asustéis al llegar a la estación y ver que no hay más que casas normales sin ningún encanto. La estación de trenes está un poco apartada del centro de la ciudad.
Yo en la plaza de Schwäbisch Hall con mis tres casas preferidas
Una vez ahí, lo primero que hay que hacer es ir a información y turismo y pedir un mapa. La oficina está en la plaza principal y el folleto que te dan es bastante completo, incluyendo un mapa con dos recorridos posibles para ver el pueblo muy bien marcados. Además, la información te la dan en español (cosas que no es muy normal en Alemania).Iglesia de Saint Michael con escenario para el teatro
Haz los dos recorridos si tienes tiempo, ya que no te llevará demasiado. Eso sí, tampoco te des una palizón. Haz alguna paradita. Para reponer fuerzas os recomiendo Ilge Café&Bar. Es ideal para tomarte una cerveza, un café o el brunch. Está a la orilla del río, pero está en una primera planta y tiene una terraza con unas vistas a la parte vieja perfectas.Mi hermana Celia en el puente de madera de Schwäbisch Hall
En la actualidad Schwäbisch Hall es conocido (por lo menos en Alemania) por tener el banco de crédito hipotecario más grande del país. Así que aquí el dinero no falta. Pero tampoco faltó nunca, ya que ha sido un pueblo importante por obtener sal y comerciar con ella.Río y una puesta de entrada a la antigua ciudad
Si todavía te han quedado ganas, aquí está el museo de arte moderno Würth (o en alemán Kusnthalle Würth) de entrada gratuíta. Si no eres de los que entra en los museos merece la pena subir hasta ahí para las vistas de la ciudad.Casas de entramado de madrea a la orilla del río
Si eres un apasionado del teatro este pueblo también tiene mucho que ofrecerte. En los meses de verano se hace teatro al aire libre en las inmensas escaleras de la iglesia de San Migue. Si no vas en la época estival, puedes acudir a una obra de teatro en el Globe Theater Hall, que imita al Globe de Shakeaspeare de Londres. Como veis este pueblo tiene una gran tradición teatral, puede que sea por eso por lo que me guste tanto al recordarme a Lerma.Interior del Kloster Comburg
Si te gustaría saber alemán para poder entender las obras de teatro, puedes acudir a uno de los cursos de alemán en el intituto Goethe.Para terminar la visita, puedes acercarte (si has ido en coche) al monesterio (kloster en alemán) Comburg.