Sinopsis (traducción personal)
Lorraine Heath empieza una excitante nueva serie con un sombroso romance sobre una joven que debe casarse con un caballero con título para obtener su herencia y el hombre inapropiado del que está empezando a enamorarse perdidamente.
Está desesperada por casarse con un duque…
Lady Kathryn Lambert tiene que casarse con un caballero con título para reclamar su herencia y, finalmente, ha conseguido la atención de un duque. Sin embargo, es incapaz de olvidar al escandaloso segundo hijo que la ayudó – o su traición.
Desea lo que nunca podrá tener…
Lord Griffith Stanwick está atormentado por la amarga verdad, como «repuesto» nunca podrá dar a Kathryn lo que ella anhela poseer. Pero cuando culpan de traición a su padre, Griff entra en los rincones oscuros y peligrosos de Londres, perseguido por los recuerdos de la mujer que ha perdido para siempre.
No se puede negar el amor…
A medida que se intensifica el cortejo del duque, Kathryn descubre que Griff se ha convertido en un hombre a tener en cuenta. Aparecen las viejas pasiones y deseos y debe decidir si merece la pena sacrificar su legado para compartir su vida con el bribón de su corazón.
Opinión personal:
Empiezo nueva serie de mi querida Lorraine Heath, autora que me encanta y de la que no soy nada objetiva. Y aunque aquí aparece de personaje secundario, promete dos duques ♥
La sinopsis desvela bastante el argumento de la novela y, en ese sentido, vamos a encontrar pocas sorpresas.
El secreto no es la trama, sino sus personajes y la forma en la que la autora desarrolla su relación.
Kathryn me ha parecido un personaje muy real. Aparentemente es una joven muy de la época, hija de un conde, pero sin hermanos, con la clara enseñanza de que tiene que casarse, formar una familia y, de paso, conseguir su sueño: un pequeño cottage que su abuela le legó con la única condición de que tenía que casarse con un hombre con título.
Un carácter decidido y una conversación inteligente y alejada de lo que se espera de una joven casadera, la ha alejado de ser un «buen partido social», con lo que, a punto de cumplir los veinticinco ha de casarse.
Griffith es el hermano menor de su mejor amiga, por quien siente gran debilidad, pero siempre ha tenido muy claro que no es una opción.
Para mí, Griff es el gran secreto de la historia. Un joven encantador, con un punto de granujilla al principio y que evoluciona cuando la adversidad y los momentos duros llegan para cambiarle la vida. Siempre marcado por el hecho de ser «el hijo-repuesto», no ha sentido ni el cariño de su padre ni mucha relación con el heredero. Lorraine Heath hace mucho hincapié en esa circunstancia —siempre he pensado que cualquier de los hijos de un duque, al pertenecer a la nobleza, tenían título, aunque fuera de cortesía y eso me descolocaba, pero parece ser que no. No obstante, me ha faltado más para ver esa evolución entre el granujilla del principio y ese hombre más dolido y endurecido de después.
Sobre ellos poco más puedo decir sin desvelar nada ya que pronto está claro que esas trifulcas del principio entre ambos esconden unos sentimientos más fuertes. Y es algo con lo que vamos a disfrutar mucho, al menos yo lo he hecho.
Griff no pierde oportunidad para demostrar lo 💕💕💕 que es.
Muchas cosas me han gustado, sobre todo, la educada relación y compostura que muestran los dos intentado en todo momento no demostrar sentimientos que, para el lector, resultan de lo más evidentes. Tanto él como ella saben que lo suyo no puede ni debe ser y son consecuentes con ello.
Pero Lorraine Heath disfruta creando mujeres determinadas y decididas, así que, pese a sus sabidas y aprendidas obligaciones, Kathryn no va a contentarse con un «no» e irá a por ese sí. Y, al final, ha conseguido sorprenderme porque pensaba que la resolución iba a venir por otros tercios.
La novela está llena de detalles que demuestran la profundidad de sus sentimientos. Creo que la contención de ambos está muy conseguida y la autora juega de forma estupenda entre lo convencional y lo arriesgado de ciertas situaciones y con esa tensión sexual. Nada es precipitado. No estamos ante decisiones a media tinta. Son tantos los detalles que consiguen emocionarte, porque Griff, momento tras momento, ya sea por acción o por palabra, desde el principio hasta unas palabras finales, es un protagonista casi perfecto.
Entre medio, la figura del duque estirado —sabéis de mi debilidad por ellos—. Esta muy claro que él no es el protagonista de esta historia, sino de la siguiente y no voy a negar que la autora ha conseguido que mis ojos hiciesen chiribitas cada vez que entra en escena, aun más cuando ha entrado en escena la que será su pareja. ¡Ganazas de leer su historia!
Mi única pega es que hay cierto aspecto de la vida del señor Stanwick que nos falta. Tengo mis sospechas y es que es algo que se guarda para relatarlo en la tercera historia. Porque sí, el misterio de la caída familiar queda inconcluso, a la espera de la tercera entrega y la historia del heredero. O, quizás, esa parte se explica en la historia de Althea, hermana de Griffith y cuya historia tampoco he leído, a ver si un día animo porque pertenece a otra serie anterior. Sea cualquier de las dos opciones, es algo que he echado en falta, un gran cambio en el protagonista al cual no hemos asistido.
Justo eso es lo que ha hecho que no le de máxima puntuación. Pese a ser una historia con un argumento algo conocido, ese amor imposible entre dos personas que se conocen de toda la vida, con momentazos en los que se te encoge el corazón de lo bonitos que resultan y ciertas frases que te llegan de pleno, todo ello hace de «Scoundrel of my heart» una historia muy bonita, de las que he disfrutado de cada página y palabra. Nada triste ni dramática, simplemente dos personas responsables que, al final, deciden romper cadenas.
Me ha gustado mucho, ¡muchísimo!
Datos de interés: - Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora
Pepa