Últimamente cada año es habitual celebrar la llegada de alguna directora debutante que llama la atención con un estilo sorprendente, y este año no va a ser la excepción. Charlotte Regan debuta con una fresca y muy particular película sobre las relaciones paternofiliales que arroja mucha luz y encanto al nuevo cine indie europeo. Tras conseguir el gran premio del jurado en el pasado Festival de Sundance y 14 recién llegadas nominaciones a los Premios British Independent Film Awards (BIFA), Scrapper se presenta como una de las sensaciones indies del año y como una película preciosa que trata una realidad que no nos es desconocida de una forma entrañable y cercana.
Georgie es una pizpireta niña de 12 años que tras fallecer su madre vive sola en un pisito de Londres, engañando a los Servicios sociales y apañandoselas sola gracias a un ingenio muy particular. Vive tranquila y sola, rodeada de un mundo imaginario que claramente ha construído para no asumir su realidad. Todo esto cambia cuando de repente aparece su padre y este se abre camino en su rutina y en su corazón para tratar de devolver la normalidad a su vida. Charlotte Regan debuta escribiendo y dirigiendo esta película insuflandola de alma y una luz que se forja sobre todo gracias a unas extraordinarias interpretaciones de la también debutante Lola Campbell y uno de los actores más interesantes y notables de su generación como es Harris Dickinson, al que pudimos ver este mismo año como la piedra angular de El triángulo de la tristeza. Ellos son el corazón de Scrapper y la razón principal de que el público conecte con esta bonita historia de un padre que quiere enmendar los errores de su vida y sobre cómo a veces el lazo de la sangre es innegable y sorprendentemente fuerte.
Ésta película llena de encanto nos ejemplifica cómo la vida puede ser un lugar más agradable y lleno de esperanza si nos reponemos a los fantasmas y traumas de nuestro pasado y abrimos nuestro corazón al amor. Es la historia sobre cómo a veces nunca es demasiado tarde para enmendar nuestros errores y sobre lo sanador que puede ser dar una segunda oportunidad a la vida y en especial a ti mismo. Una preciosa y pequeñita película con la que resulta prácticamente imposible no conectar. Un debut interesante que coloca a Charlotte Regan como una directora a tener en cuenta y seguir bien de cerca, sino también el de la pequeña Lola que apunta maneras ya desde bien pronto.
Es cierto que desde el momento en que la figura paterna aparece en escena y ves que sus intenciones son sobradamente buenas, a partir de ahí la película toma un camino algo convencional para con la presentación de la misma en su primer acto, pero da la impresión de que la intención de su autora es precisamente esa, la de que estés a favor del personaje del padre desde el principio para que sus tiras y encoges con su hija. Una vez presentada la particularidad que rodea el día a día de Georgie como si se tratase de una especie de Pipi Calzaslargas contemporánea, el público se da cuenta a la vez que ella, de lo mucho que se necesitan mutuamente padre e hija y de cómo un el perdón puede ser tremendamente sanador para ambos.
Scrapper tiene todos los elementos para convertirse en un crowd pleaser abrazable por el gran público. Es una de esas películas que coloca al espectador frente a una realidad social reconocible por todos, transmitiendo unos sentimientos tan bonitos y necesarios que acaba por conquistarnos a todos. Una encantadora y muy agradable película que te sacará más de una sonrisa y te emocionará en varios momentos
Título original: Scrapper Director: Charlotte Regan Guión: Charlotte Regan Fotografía: Molly Manning Walker Música: Patrick Jonsson Reparto: Lola Campbell, Harris Dickinson, Laura Aikman, Ambreen Razia, Asheq Akhtar, Sam Buchanan, Amy Lee Ronaldson, Olivia Brady, Matt Brewer, Alin Uzun Distribuidora: Caramel Films Fecha de estreno: 24/11/2023