Segunda parte de la saga. Regresa Sidney Prescott con nuevos amigos y nuevo novio, pero no es la única. También vuelve su amigo Randy, la periodista Gale Weathers y el agente de policía Dewey Riley.
Ahora Sidney es feliz, estudia en el Campus de la Universidad de Windsor, pero todo vuelve cuando descubre la noticia que en el estreno de la película Stab –basado en el best-seller de la periodista Gale Weathers en el que describe los asesinatos sucedidos hace dos años el cual provoco que Cotton Weary, el supuesto culpable de Sidney, saliera impune de la cárcel– han asesinado a dos personas de forma violenta y el asesino ha sido Ghostface.
En su primer fin de semana recaudó 33 millones de dólares en Estados Unidos. Está dirigida por Wes Craven que no duda en poner más sangre, más carreras, más apuñaladas, más muertes y en general más en todos los aspectos. El guión vuelve a resaltar pues habla de las segundas partes de las películas de forma sarcástica, como su antecesora escrito por Kevin Williamson.
Recomendada para los adictos a películas de terror en las que el asesino no se descubre hasta el final de la película. También para aquellos a los que les gusta Wes Craven y su forma de ver el cine de terror. Por último para aquellos que quieren reírse mientras se suceden los asesinatos, este film tiene un buen equilibrio entre humor y terror.
Lo mejor: Su guión, como su antecesora y su originalidad en las escenas.
Lo peor: Las actuaciones tan malas de algunos actores, no son creíbles.
Valoración general: 6/10