Revista Cultura y Ocio

Screaming trees - Dust (1996)

Publicado el 27 julio 2015 por Ricardo Fernández González @Richyhim
Screaming trees - Dust (1996)
Formación de la banda en Dust:
  • Mark Lanegan (Voces y guitarras)
  • Gary Lee Conner (Guitarras, sitar y coros)
  • Van Conner (Bajo, guitarras y coros)
  • Barrett Martin (Batería, percusión, cello, conga, tabla y djembé)

Año 1996 y parece demasiado tarde para editar un álbum grunge. Screaming Trees lo hacen, publican Dust y la discográfica no les renueva el contrato. Paradojas de la vida, con él llegaron a ser disco de oro, pero no fue suficiente para Epic, y tampoco para que se les tuviera en cuenta como una de las bandas de cabecera del movimiento. El error del grunge y de los medios fue estrechar el cerco, resumir su historia a un puñado de bandas y dar la espalda a otras tantas, lo que en parte provocó que la existencia del mismo corriese peligro y las formaciones que iban sobreviviendo tuviesen que reinventar parte del sonido.
Al margen de todo ello, Dust es una de las mejores obras del estilo por su calidad, y porque pocas llegaron a ser tan completas y ricas en variedad, y no, no lo firmaron ni Nirvana, ni Pearl Jam, ni Soundgarden, sino cuatro músicos de indudable valía en el que sobresalía la arenosa voz de Mark Lanegan. Uno de los castigos más grandes del mundo de la música se lo llevaron ellos, los Screaming Trees. Son muchas las preguntas que se formulan alrededor de este caso tan extraño, y pocas las respuestas que se obtienen, pero quizás una de ellas es que la propuesta musical de esta banda englobaba un público más adulto, mientras que las más afamadas ponían su diana en un mercado algo más juvenil por aquel entonces.
Una atmósfera oriental se apodera de la inicial 'Halo Of Ashes', un corte compuesto por un conjunto de instrumentos que en su total conforman un experimento sonoro pocas veces realizada en el grunge. Incluso por momentos se asoman ecos a Led Zeppelin. A continuación, 'All I Know', un temazo directo y rotundo que tuvo su momento de gloria. Un himno rockero que desprende grandeza por todas sus notas musicales, con una interpretación sublime, como no podía ser de otra manera, del señor Lanegan. Destacar también la gran labor guitarrera y por supuesto la base rítmica.'Look At You' se muestra como una balada de impresionantes facultades, manejada hábilmente por las voces de Mark, que dota a la composición de una densa belleza y melancolía. 'Dying Days' es un corte que va ganando en intensidad a medida que pasan los segundos, y dónde colabora con sus guitarras eléctricas el bueno de Mike McCready. Seguimos con la magistral 'Make My Mind' y su guitarra incesante que va creando melodías machaconas a la par que interesantes. Las líneas vocales destacan desde el inicio de la misma. Ojo al solo del señor Gary Conner, que no por sencillo merece menos atención.
Cambiamos totalmente de registro con la preciosa 'Sworm and Broken', donde las guitarras acústicas y los arreglos de acuerda se apoderan del ambiente. Lanegan dibuja unas preciosas melodías vocales que desembocan en un estribillo sencillamente memorable. Ya en la parte intermedia aparecen los teclados de Benmont Tench (Tom Petty & The Heartbreakers) para rematar la faena con la poesía de sus dedos. 'Witness' arremete con fuerza para mostrarnos la parte más salvaje de la banda, que nuevamente vuelve a sobresalir por sus melodías adictivas y por un trabajo de guitarra entusiasta.'Traveler' se engalana con guitarras acústicas y mellotrón, para pleno lucimiento vocal de Lanegan. Por si no teníamos bastante con el dinamismo y la inquietud de la banda, aparece la psicodélica 'Dime Western' con guitarras serpenteantes y geniales aportes de sitar que dotan a la canción de un sabor oriental. 'Gospel Plow' despide el álbum con cierto sabor hindú, que tan pronto te recuerda a los Zeppelin más folk en los compases iniciales, como al hard rock más polvoriento de los setenta.
Dust es una obra maestra que mereció mayor suerte en su momento. Hoy se ha quedado en tierra de nadie, y es conveniente darle un pequeño empujón para que más gente se anime a darle una oportunidad. Bien es cierto que la carrera en solitario de Lanegan, enfocada a terrenos folk e incluso a ciertos sonidos industriales y electrónicos, ha hecho que buena parte de sus seguidores giraran la cabeza para darle una escucha a todo lo que había realizado en Screaming Trees. Aún así, se ha perdido mucho tiempo y parece que tanto el disco como la banda está abocada a conformarse con la etiqueta de culto. 
Mi puntuación: 9Tracklist:
  1. Halo Of Ashes
  2. All I Know
  3. Look At You
  4. Dying Days
  5. Make My Mind
  6. Sworn And Broken
  7. Witness
  8. Traveler
  9. Dime Western
  10. Gospel Plow





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