Bueno, ya tenemos convocatoria oficial para unas elecciones en las que podríamos fichar a los niños de San Ildefonso para el recuento, por las fechas en las que caen gracias a la cabezonería de querer aprobar unos presupuestos plagados de mentiras que no van a aplicarse ni en broma porque no se los creen en Bruselas. Quedaría bien, imaginaros, ” PP … Ciento veinticinco mil votos… Psoe Cientoveinticincomil votossss”).
La noticia nos la comunicó el Presi el lunes en el primer meeting electoral, lanzado desde la propia Moncloa. Así como el que no quiere la cosa, predicando las bondades de su gestión en la que se han forrado vivos y han transformado la estructura social en un solar apartando del “mundanal ruido” a miles de familias a las que no les llega “el parné” porque los pocos que trabajan cobran sueldos de miseria. Aunque es verdad, dicen que hemos salido de la recesión. El caso es que si no es porque no es la primera vez que se usa la casa de la Presidencia del Gobierno como púlpito me indignaría, pero ya andamos curados de espantos y total, si somos escrupulosos, dentro de unos días nos va a doler muchísimo la cabeza y los únicos que sacarán beneficio serán los de Aspirina porque nos esperan unas semanas largas y tediosas en la que nos van a martirizar muchísimo.
Lo que sí parece claro es que esta campaña va a ser dificililla para el PP. Mientras todos los partidos andan todavía perfilando listas, con problemas habituales como el de Lozano en el PSOE, el PP se aferra a los dudosos logros de una legislatura en la que se han quemado como tizones.
Resulta que en esta ocasión las caras de los aspirantes son nuevecitas, a estrenar, Sánchez no fue candidato y parece que ni Rivera ni Iglesias habían siquiera nacido. Eso deja en una situación difícil al PP que se encara a las elecciones con un candidato gastado que emite perlas como que “el futuro es muy importante porque todos vamos a vivir en el” y la necesidad de explicar porque no ha cumplido sus promesas. Veremos como se las congenian. De momento montar reuniones en Madrid con la derecha europea, Berlusconi incluido, para vitorear a Mariano con las arengas Xenófobas de Viktor Orban y abrir oficinas de “recuperación de activos” vacías no parece que vaya a funcionar.
El caso es que la maquinaria electoral ha empezado a rodar y ha llegado la hora en la que los partidos políticos deberían hacer el favor de contarnos cuales son sus propuestas. En el caso de PP podríamos hacer una excepción. Después de cuatro años de austericidio e incremento de la desigualdad hasta cifras alucinantes ya conocemos sus métodos y formas ¿no?. Pero en el caso del resto de partidos, va siendo hora de bajar de la nube y empezar a ofrecernos propuestas prácticas. Lo primero, dejen de marearnos que con las cosas del comer no se juega (aunque la OMS no quiera que comamos jamón). Ya vale de llenarse la boca con declaraciones que después se desmienten. Copagos, derogaciones… etc.
Les queda poco tiempo, han de huir de los líos y embrollos varios, por favor, necesitamos que nos digan las cosas claritas y se dejen de tapujos. Si de verdad quieren cambiar la política en este país deberían dejarse de medias tintas y fuegos artificiales. Hagan que esta campaña sea diferente, cuenten que quieren hacer, demuestren que eso es posible y ya basta, de verdad. No hacen falta grandes adornos ni transformar esto en el habitual circo romano. Saben perfectamente que podemos vivir, por primera vez, una campaña clara, directa y limpia. Hagan ver que algo está cambiando, por favor, demuéstrenlo.