Fue Toshio Suzuki, uno de los fundadores del Studio Ghibli y ex-presidente del mismo, quien anunció ayer en el programa Jounetsu Tairiku, de la cadena japonesa MBS, que el estudio dejaría la producción de animación, aunque esta afirmación que en un momento pareció muy tajante, más adelante dejó entrever que se trataba de un cese temporal, un parón necesario para ver que dirección tomaría ahora el estudio tras los cambios sufridos recientemente.
Y es que hemos de recordar que Hayao Miyazaki, otro de los fundadores de Ghibli, y la cabeza más visible, se retiró en septiembre de 2013, dejando al estudio sin un líder al frente. En noviembre del mismo año el tercer fundador, Isao Takahata, también se jubilaba, y este pasado marzo el propio Suzuki anunciaba que dejaba su cargo.
El hecho de perder a sus tres fundadores, principalmente a Miyazaki, junto al hecho de que sus últimas películas han fracasado en la taquilla japonesa y no han recaudado lo esperado, causando importantes pérdidas al estudio, son seguramente los motivos de esta reestructuración a la que va a someterse el Studio Ghibli. En un principio, cuando se oyó lo del cierre de producción se pensó que la empresa se mantendría como marca para gestionar todos sus productos, que recordemos que son unos cuantos.
Hayao Miyazaki
Tras el último batacazo del estudio con Kaguya-Hime no Monogatari (La Leyenda de la Princesa Kaguya), último proyecto dirigido por Isao Takahata y con un alto coste de producción, y la película actualmente en cartel Omoide no Marnie (When Marnie Was There), parece que Ghibli no tiene ningún otro proyecto a la vista y es por eso que ahora ha decidido realizar este parón y pensarse las cosas. Según parece se disolverá el equipo de producción fijo con el que contaba el estudio "y se contratará a trabajadores externos como freelances", algo que el estudio ya hacía en sus orígenes, pero que cambió a partir de la película de Porco Rosso en 1992. El mantener a un equipo fijo de manera constante le ha salido muy caro a Ghibli, y a otras empresas de animación, ya que la empresa ha generado así unos costes demasiado altos que sus películas no conseguían cubrir últimamente. Esta forma de trabajar hacía que los animadores cobraran todos los meses hubiera un proyecto en marcha o no, algo que se sustentaba gracias a los altos ingresos que conseguían entonces las películas de Miyazaki y Takahata, pero que hoy día era imposible de mantener.Mientras se lleva a cabo este cese temporal de la producción y reestructuración de la empresa, Studio Ghibli va a centrarse en la generación de licencias para posibles proyectos futuros, así como en el Museo Ghibli que por supuesto no cerrará sus puertas. Además parece que sí mantendrán un pequeño equipo de producción por si hay necesidad de desarrollar alguna idea futura de Hayao Miyazaki, que aunque retirado como director de largometrajes, todavía sigue manteniendo un cargo dentro del estudio y realiza proyectos destinados al museo.
El único departamento que no sufrirá será el de Momonoma, dedicado a la producción de anuncios y video-clips y que se mantenía gracias a un equipo freelance bajo las órdenes de Yoshiyuki Momose.
'Mi vecino Totoro'
El Studio Ghibli fue fundado en 1985 por Hayao Miyazaki, Isao Takahata y el productor Toshio Suzuke para poder trabajar con total libertad y no verse atados a ninguna gran compañía. Gracias al gran talento de Miyazaki y Takahata el estudio se fue levantando poco a poco apoyándose siempre en la animación tradicional, de la qe todavía a día de hoy hacían gala. Lo que empezó como un pequeño proyecto llegó a ser referente en el mundo de la animación japonesa. El Viaje de Chihiro marcó una ntes y después al alzarse con el Oso de Oro del Festival de Berlín en 2002 y el único Óscar concedido a una película de animación no oocidental. Esto hizo que el nombre de Ghibli sonara en todo el mundo y público que no conocía su obra volviera la vista atrás a La princesa Mononoke, La tumba de las luciérnagas, Porco Rosso, Kiki's Delivery Service o Mi vecino Totoro, uno de los primeros proyectos del estudio estrenado en 1988 y un icono ya en Japón. Después de El Viaje de Chihiro llegarían El Castillo Ambulante, El viento se levanta o Ponyo en el acantilado, entre otras.