Si la humanidad pudiera ponerse de acuerdo en algo, quizá sería en que a nadie le gusta pagar impuestos, aunque sean casi intrínsecos a la naturaleza humana. Tras décadas de políticas desreguladoras e impuestos bajos, la pandemia ha hecho ganar peso a la idea de que urge replantear la gobernanza fiscal internacional. De lo contrario, la libre circulación de capital y la falta de reglas comunes harán difícil financiar los planes de recuperación económica frente a esta crisis y afrontar retos como el cambio climático, que requieren una participación activa y transformadora del Estado.
Un impuesto para gobernarlos a todos
El impuesto de sociedades, el que las empresas pagan por sus beneficios, se sitúa de media en torno al 23% a nivel global, aunque hay gran disparidad entre países. Mientras que en Australia o Japón ronda el 30%, en Irlanda es de apenas un 12,5% y en territorios como las Islas Caimán, un paraíso fiscal, ni siquiera existe. La media en la Unión Europea ronda el 21%, igual que el tipo federal en Estados Unidos tras la reforma de Donald Trump en 2017, que la bajó del 35%.
Cada país es libre de regular sus impuestos, pero en un mundo globalizado donde el d...
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Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseña¿Se acabó la evasión fiscal? La revolución del impuesto de sociedades global fue publicado en El Orden Mundial - EOM.