Se acabó la magia

CHIVATAZO EN EL COLE

Desde hace un tiempo que se mascaba la “tragedia”, pero lo íbamos dejando pasar y pasar, con respuestas rápidas y quitando importancia al asunto.
Hasta que, a mi chico grande, se le cayó un diente el domingo, y soltó la temida pregunta, seguida de: “dime la verdad mamá, por favor”….
Llevaba un par de semanas diciéndome que Pablo le había dicho en el cole, que el Ratón Pérez eran las mamás, que su mamá se lo había dicho ya. En el cole es donde empieza siempre el run-run este, y van pasando la bola de uno a otro.
Yo intentaba esquivar el tema, y como el mozo no insistía mucho, pues ahí quedaba la cosa.
El domingo estábamos en el pueblo, el diente estaba pendiente de un hilo, pero a mi me da mucha grima denterosa quitar dientes, siempre se los ha arrancado él. Esta vez lo ha dejado que caiga prácticamente solo, y ahora me doy cuenta por qué…., porque en el fondo, no quería saber la verdad, quería alarga la magia.
Muy cuco el mozo, me llevó a la cocina, para que su hermano no oyera nada, y me hizo la pregunta, con cara muy triste, temiendo la respuesta. A mi me pilló de sopetón total:
“mamá, ¿es verdad que el Ratón Pérez eres tu?, dime la verdad mamá, por favor”

A mi, ese por favor me llegó al alma. Le dije que si, que era yo. Me agaché a su altura, le cogí las manos, y le expliqué que estaba en nuestra imaginación, y que los papás manteníamos esa magia. Le corrían las lágrimas por las mejillas, intentando disimular para que su hermano no se diera cuenta.
Se lamentaba, diciendo que por qué Pablo se lo había contado, que le había hecho perder la ilusión….intentando quitar yo hierro al asunto, le dije que era el aprendizaje de la vida,que irá  aprendiendo poco a poco, con los años, “te estás haciendo mozo, mi chico”.

Al meterse en la cama, su hermano pequeño estaba empeñado en que no se iba a dormir, que quería ver al Ratón, y a ver si se confundía y le dejaba el regalo en su cama; este peque va a lo suyo, un feliciano. Mi chico grande aguantaba el tirón, con la lagrimilla, mirándome y preguntándome si iba a venir “el ratón”: “mamá, ¿me vas a dejar algo?”. Todo esto en bajito, para que no lo oyera el peque.
Me confesó que por una parte, hubiera preferido una mentirijilla por mi parte, aunque estaba por otro lado contento, porque no le había engañado, le había dicho la verdad. Le dije, que si no quería saber ciertas cosas, que no preguntara (guiñándole el ojo y dándole un beso).
Ahora me imagino que empezará a hilar, y luego preguntará por los Reyes Magos…
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Me dormí con mucha penica, tenía una sensación de entre malamadre por decirle la verdad, por otro lado tampoco le quiero sobreproteger y “mentirle”, y el que nos hizo más pupa a su padre y a mi: “Se nos ha hecho mayor”.

Yo ni me acuerdo cuando me enteré del Ratón y los Reyes, la verdad que no tengo ningún tipo de trauma, y eso que soy la pequeña de tres hermanos. Solo sé, que sigo manteniendo la magia y la ilusión.

Esta es lo que le dejó “El Ratón Pérez”:

¿Vuestros hijos lo saben, cómo se enteraron?.