Bueno pues por fin se acabó la pandemia que no hubo, la pandemia fantasma. Leo algunos periódicos y me sugieren algunas cosas. El País, de una manera muy laxa pasa por encima como si nada hubiera pasado, de hecho, sigue escribiendo sobre una pandemia… que no existió. Destaca además que Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) consciente de que la OMS creó una alarma luego no confirmada por los hechos, admitió que había aprendido dos lecciones:
-Que tienen que trabajar más en la comunicación.
-Que hay que modificar la escala pandémica, pensada para el H5N1 (el virus de la gripe aviar que, aunque se transmite mal entre personas y solo lleva 503 casos desde 2003, tiene una mortalidad del 60%) y que habría que crear un sistema más flexible que no tuviera solo en cuenta la expansión del virus, sino también su gravedad.
Nada de dimisión por tan catastróficas previsiones lo que abundará en la falta de credibilidad de este organismo durante los próximos años y “pandemias”. Le echa la culpa a la comunicación, es decir, no han conseguido desinformar-manipular lo suficiente, la próxima vez lo intentarán hacer mejor. Esta manipulación se hizo basándose en la expansión del virus algo que muchas voces críticas le recordaron pero no dio marcha atrás.
El País no cuenta algo que sí hace El Mundo, que se ha publicado la lista de los científicos que han compuesto el Comité de Emergencias y que cinco de ellos han declarado sus conflictos de interés, que estaban pagados por los laboratorios interesados en que se elevera el nivel de alerta y que los ministros de Sanidad de todo el mundo compraran antivirales y vacunas. Lo lógico sería que nunca más ni la OMS ni ningún organismo público contrate a especialistas que hayan trabajado para quienes pueden salir beneficiados de sus consejos y decisiones mientras se emplean en una institución de servicio público.
Por último leo en Público que el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, recuerda la poca influencia de los laboratorios en la gestión española de la gripe A.
“Somos uno de los pocos países que impusimos nuestras condiciones al negociar. Al final compramos menos de la mitad de lo previsto”, concluyó.
No aclara cuales fueron esas condiciones y con cuatro millones de vacunas donadas y otros cuatro pagadas por las comunidades autónomas pese a que hay que destruirlas(28 millones de euros a la basura en plena crisis) menos mal que sólo compraron la mitad de lo previsto. Yo sigo diciendo que no me creo lo de que los contratos con los laboratorios contemplaran que estos se harían cargo de las dosis sobrantes. No, hasta que no vea esos contratos que han de ser públicos y mientras haya personas que los han leído y no han encontrado tales cláusulas.
Todos los agentes de la “pandemia” han salido perdiendo. La OMS por su actual falta de credibilidad; los medios de comunicación que han hecho el ridículo ante la ciudadanía y a algunos se les ha visto el plumero; los políticos cuya falta de claridad de ideas huele. Sólo ha ganado uno adivinen quién… aunque también se han dejado en el camino la mayor factura de desprestigio social que nunca haya pagado una industria.
Más info: En el libro La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo (Península, 2009)