El poder de la gratitud
Estamos acostumbrados a conocer religiones diferentes y optar por nuestras creencias. Cada cultura se acerca a su verdad con respecto a su entorno social o simplemente decide informarse para conocer otras opciones de fe. Cada quién elige en qué creer y qué no creer, por lo tanto también decidimos a quién retribuirle los créditos de lo logrado. Pero existe una realidad mucho más práctica y cotidiana que reúnen todas las religiones que conozco y tiene enormes y poderosos beneficios. La gratitud. Gracias, Una simple palabra que nos ayudará a valorar cada cosa que tenemos, más allá de los instantes. Puedes hacerlo a tu Dios o simplemente al universo: Hoy tengo la oportunidad de conversar con un amigo y compartir una comida, se agradece. Así cuando se presenten cosas grandes, fuera de lo cotidiano que has estado deseando lo disfrutarás a grandes rasgos, como si cada cosa que sucediera en la vida de las personas fuese un regalo. Va más allá de cualquier religión o creencia, todos podemos agradecer hasta quien no cree en nada.
Está comprobado científicamente que un cerebro agradecido mantiene a la persona feliz y saludable. Según el doctor en neurociencias Alex Korb, dar las gracias frecuentemente incrementa la atención, entusiasmo y energía con respecto a todo lo que hacemos. Según sus palabras ” Agradecer no es compararse con otros que están en una situación más difícil, sino que requiere apreciar los aspectos positivos de la situación que se tiene actualmente”. Otros estudios han determinado que al agradecer se activa directamente zonas de nuestro cerebro relacionadas con la recompensa, la satisfacción y las emociones positivas. Transformándolo en un hábito, beneficia al sistema nervioso e inmunológico por la dopamina, endorfina, oxitocina, serotonina; entre otras hormonas que se activan en la gratitud cotidiana.
El término gratitud, en su origen etimológico, proviene del latín del vocablo gratitudo, que es la suma de la palabra gratus (agradable y agradecido) y por otro lado agradecer ( verbo transitivo que significa dar gracias por algún beneficio recibido) La actitud de agradecer nos enfoca en lo que tenemos y nos rodea.
Es acertado decir entonces que ver lo bueno que tenemos es pura y exclusivamente referido a cada persona, NO es cuestión de ver que podemos estar peor ni concentrarnos en las desgracias ajenas. Tampoco estar conformes con lo poco y no pedir más, solo agradecer. Por el contrario, agradecer lo que tenemos y pedir más. Lo que creemos que es mejor para cada uno de nosotros. A medida que vamos obteniendo lo que pedimos resultará mucho más gratificante y beneficioso. Vos ¿ Ya empezaste a agradecer?