Revista Libros

Sé buena - Roser Amills

Publicado el 31 agosto 2017 por Esperanza Redondo Morales @esperedondo

Sé buena - Roser Amills

Imagen: Amazon

Edición: 1ª edición
Publicación: Barcelona: Quinparell, 2014
Descripción física: 459 p.
ASIN: B00IWSNR3O
CDU: 821.134.2-31"20"
Signatura: N AMI seb
Precio: 3,62 euros en Amazon.
VITALIA Y SUS LÍOS VITALES
Para variar, otro libro que tenía en la recámara desde hacía ya bastante tiempo, exactamente desde junio del año pasado... Y para variar, no me sonaba ni la novela ni tampoco esta vez su autora. Con más de un año de retraso, por fin puedo contar mis impresiones. Empezaré por la sinopsis, que en Amazon nos cuenta lo siguiente sobre ella:
A comienzos de los 70 Vitalia, una niña de Algaida con experiencias psíquicas alteradas, es abandonada por su madre en un hospicio, un infierno repleto de visiones y milagros. Lo único que su madre le regala antes de dejarla entre extrañas es "sé buena". Tras diez erráticos años de aislamiento y al llegar a la mayoría de edad, Vitalia inicia una tregua con su pasado, trufada de miedos y sexo promiscuo, y huye a Barcelona. Se adapta a la urgencia cosmopolita de las pasiones, solitaria y fascinante para todos por la luz que emana, pero incomprensible por sus silencios.

Como vemos por la sinopsis, o al menos así me lo pareció a mí en su momento, se trata de una historia que en un principio no parecía tener mala pinta; sin embargo, me parece que es el típico caso en el que la sinopsis es bastante mejor que la novela, como cuando ves en el cine el tráiler de una película, te encanta, y después la película te deja un poco indiferente... Y precisamente eso es lo que me ha pasado con Sé buena.
A lo largo de la lectura conoceremos por supuesto a Vitalia, la protagonista absoluta de la historia, y también a su madre, con la que desde hace años tiene una relación de amor-odio que incluso durante algunas temporadas ha llegado a ser inexistente. Vitalia se ha hecho mayor y se ha mudado a Barcelona desde su Mallorca natal; allí descubriremos cómo sus experiencias vitales han ido forjando su carácter, marcado principalmente por el abandono de su madre y por su educación a cargo de las monjas del hospicio. Y aquí tengo que aclarar que me dio la sensación de que la autora ha debido de estar o en un hospicio o en un colegio, de monjas en cualquier caso, o le han contado cosas horribles sobre monjas, porque refleja absolutamente todos los estereotipos que se les suelen atribuir a las religiosas. Y a veces me da curiosidad, porque no he estado en ningún hospicio pero sí en un colegio religioso, y me resulta muy llamativo que mi experiencia con mis maestras monjas sea tan diferente de lo que suelo escuchar por ahí...
También conoceremos a algunos de los compañeros de trabajo de Vitalia, que dedica su vida laboral a una oficina de objetos perdidos; y a pesar de que su relación con estos objetos resulta de lo más especial, porque digamos que son ellos los que la encuentran para volver a las manos de sus dueños, cuanto más iba conociendo a Vitalia menos me pegaba que tuviera ese nombre. Vitalia suena a vital, a persona que tiene ganas de vivir, y a ratos a mí lo que me daba eran ganas de zarandearla un poco para que se espabilara, porque tiene unas idas de olla de lo más surrealistas... Vale que su pasado es el que es, y a todos nos marcan estas cosas, pero cuando me rechinan las reacciones de algún personaje, las historias en ocasiones se me hacen un poco cuesta arriba.
La parte que sin embargo sí me gustó, y además muchísimo, fue aquella en la que a través de Ran, otro de los personajes, a Vitalia le hacen un encargo para poner en marcha un museo en el que se expondrán unas cuantas láminas con dibujos de hadas; a lo largo de toda la historia, las hadas también tendrán un papel muy protagonista, y por eso ha sido por lo que he encuadrado la novela en el género fantástico, a pesar de que tiene tintes de algunos otros géneros más. Pero a pesar de haber disfrutado mucho de esos momentos de preparación de las láminas para su exposición, de conversaciones con los técnicos para organizar el traslado de las obras, la iluminación del museo, la colocación de los objetos, etc., esto no ha sido suficiente para que la novela me terminara de convencer. Por supuesto para gustos están los colores, y de hecho en Amazon he visto que describen esta lectura como "absorbente, emocional, adictiva e inolvidablemente mágica"; pero en mi caso no he advertido ni una sola de esas cosas...
Como siempre digo, cada libro tiene su lector e incluso un mismo libro tiene su momento, aunque el lector sea el mismo; así que aunque a mí no me haya terminado de convencer, eso no significa que a otra persona le pueda gustar esta lectura, o incluso a mí si la leyera en otra ocasión. Aunque de momento no creo que me vaya a animar a hacerlo.

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