Se busca a Curro, un tipo bajo con barba de 5 años, marcas en la cara, aspecto hispano, escurridizo, temeroso y traicionero. No respeta edades, clases ni credos. La última vez que se le vio fue por sierra morena, atracando trabajadores, amedrentando con un peligroso arma, cargado de ERES, des humanización y codicia.
Al famoso curro se le imputan los cargos de, destrozar familias, arruinar personas, suicidios, enfermedades mentales. Las autoridades competentes han tomado la decisión de contratar más policías, más camiones lanza aguas y por supuesto más impuestos para cubrir los gastos.
Pero don Curro es un tipo listo, que cuando se huele una encerrona, se viste de contrato basura, autorrenovable, escapando ante los controles policiales, con su salvoconducto fotocopiado en un bazar… y no pasa nada.
Mientras se intenta cerrar el cerco, la brecha se hace más ancha, se expande y ya no quedan monedas en las arcas para arrinconar al tal curro. Por eso se suben impuestos, se maquillan otros o si no se sacan unos nuevos de la chistera y ya casi se cobra por mirar a la hija del rey.
Sociedad insaciable decía una canción rock de los 80, aunque ahora más bien es gobierno insaciable para que le cuadren las cuentas y no se apaguen las luces de sus camarotes de primera.
Como diría el conde Duque de Olivares, veo “por doquier” empresarios, autónomos y personas en general que ya no aguantan la presión fiscal. Hasta hace poco, más bien unos pocos años, eso de ahorrarte el IVA era algo casi maquiavélico, pero ahora está a la orden del día. No puede ser que unos muchos contribuyan y unos pocos se beneficien. Para que me entiendan los que no se dan por aludidos. España sigue siendo un estado feudal, con su corte, cortesanos, pajes y doncellas. Hay personas que no son iguales, el malvado es el que vive y el ciudadano normal el que carga con el peso. Ya me da igual que seas un ladrón de guante blanco, un especulador de terrenos,tratante de favores o un terrorista que ha asesinado a 100 guardia civiles, España te mimará, te cuidará y te protegerá. Pero si estás en la casta de los normales, debes seguir aplaudiendo desde la grada y por supuesto solo en los descansos programados, ir a comprar palomitas con su 21% de IVA.
Necesitamos infraestructuras, líneas de comunicación efectivas y económicas, bajar impuestos, fomentar la ayuda a la empresa, abrir puertas, potenciar el turismo, la industria, la investigación, la educación. Solo así Don Curro aparecerá en nuestras vidas y reinará la prosperidad.
Difícil solución que el país arrastra desde la desaparición de los Austrias, quizás nos salve emular a Curro y eludir las mismas obligaciones que nuestros guías y lideres. Al fin y al cabo a los parásitos del estado no les ocurre nada, ¿Qué nos puede ocurrir a los 48 millones de personas que les sufrimos, si utilizamos sus mismas tácticas? Posiblemente las cosas cambiarían para bien o para mal, pero eso es ya algo que iremos averiguando queramos o no.