Un día como tantos otros, Sonia fue a la Perrera de Movera en Zaragoza para hacer fotos a los perritos que había para difundirlos.
Allí estaba Kara, una ratonera de mes y medio. A Sonia le llamó la atención lo anoréxica que estaba. Se acercó a ella y Kara en un gesto de terror absoluto le atacó. Imaginad a una perra de apenas 3 kilos y mes y medio de vida que ya, desgraciadamente había conocido la crueldad humana.
Sin dudarlo ni un momento la sacó de la perrera y se la llevó a casa.
Además de su extrema delgadez Kara se mostraba muy temerosa. Como resultado de su miedo sólo sabía gruñir, enseñar los dientes y morder.
Poco a poco fue ganando peso y confianza en Sonia.
Al poco de llegar a casa se puso muy enferma con la Tos de las perreras. Casi le cuesta la vida. Hubo que inyectarle muchos antibióticos y el veterinario no le dio garantías de que saliera con vida. Pero Kara es una luchadora nata, y a pesar de haber sido maltratada tan joven, salió adelante.
A los tres meses llegó a mi casa en calidad de acogida. Ahí empezamos un largo camino de rehabilitación que todavía continua. Cada día conseguimos más mejorías.
Es un caso especial porque Kara quiere amar y ser amada pero las secuelas de sus traumas no le dejan. Es un querer y no poder.
Lleva 7 meses en mi casa y el cambio ha sido radical. Ya no muerde, aunque le metas la mano en la boca y aunque seas un extraño.
Gracias a la labor de la adiestradora, a las pautas que nos dio y nos da Kara está volviendo a la “normalidad”.
Cuando coge confianza es muy cariñosa y muy graciosa. Tiene una gran variedad de tonos en sus gemidos y ladridos. Le encanta el contacto y siempre está pegada a mí.
Le gusta tomar el sol, parece una lagartija.
Kara es un reto, un perrita que debido a sus secuelas necesita a una persona que la ame tal y como es. Sabiendo y respetando que hay tener paciencia con ella. Que poco a poco va mejorando.
Kara no es un juguete, ya fue adoptada y nos la devolvieron.
La persona que adopte a Kara debe tener claro como es y lo que supone tener un perro en casa.
Kara también tiene cosas buenas: le encantan los perros, juega con todos, sobretodo con los bajitos, le gusta quitarte los calcetines y pasearlos de aquí para allá moviendo su colita.
Es una excelente nadadora. Le gusta pasear por el monte. Nunca se despista. Es obediente.
De vez en cuando te coge de los pantalones y te lleva a algún lugar al que quiera ir.
Kara, merece ser feliz, merece un hogar y una oportunidad.
Pesa 8 kilos.
Medidas de la Cruz: de largo 40 cm y de ancho sobre unos 22 cms ( no soy muy buena midiendo
Contacto: [email protected], 637 518 409
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