Este humilde medio independiente se ha caracterizado por sacar a la luz casos de presunta corrupción en la sanidad catalana, en el que apuntaban a altos cargos de la Generalitat, entre ellos el recién imputado Xavier Crespo.
A pesar de recibir el apoyo de miles de periodistas, e incluso de Reporteros Sin Fronteras dónde hablaban de la condena como una mordaza a la libertad de expresión. El polémico vídeo, que ahora un juez ha obligado a retirar, denunciaba la oscuridad del sistema sanitario catalán. El medio se hizo eco de un informe de la Sindicatura de Comptes en el que, según Café amb Llet, se decía que un grupo de gestores y cargos políticos "hicieron desaparecer 2,4 millones de euros públicos". 
Con la difícil situación que atraviesan las cuentas públicas y, en especial la sanidad, cualquier fraude de este tipo resulta tremendamente repulsivo.Que la justicia no es igual para todos no es algo nuevo, pero con esta condena también aprendemos que tampoco es igual de rápida para unos y para otros. Mientras este medio ha recibido una condena instantánea, algunos de los delitos que denuncia Café amb Llet han prescrito y por lo tanto han dejado a los corruptos de rositas.Es la historia de siempre del eterno romance que viven jueces y políticos. Que se convierte e menage a trois cuando se juntan los empresarios. Prueba de ello es el descuentazo que ha obtenido recientemente Diaz Ferran en el importe de su fianza que ha pasado de 30 a 10 millones de euros. Parece ser que las segundas rebajas también llegan a los juzgados.
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