Revista Cultura y Ocio

Se consolida el uso del e-Reader

Publicado el 12 marzo 2013 por Poy

Se consolida el uso del e-Reader

Cada vez es más habitual el uso de e-Readers.


Resulta indudable que poco a poco el libro digital se está haciendo un hueco en nuestro día a día, conviviendo con los tradicionales textos en papel e incluso, en algunos casos, sobrepasándolos en el uso. Cada vez es más usual ver a algún interesado lector zambullirse en una historia a través de sus libros electrónicos, esperando al autobús con un e-Reader en la mano o comprando historias a través de la red para disfrutarlas en ese pequeño aparato. Según el barómetro de hábitos de lectura 2012 facilitado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), el porcentaje de lectores de ciberlibros alcanza el 11,7% entre los mayores de 14 años, y un 9,7% de los encuestados afirmaban tener uno de estos dispositivos. Pero, ¿qué sabemos exactamente de estos aparatitos?
El lector de libros electrónicos es un dispositivo que nos permite la reproducción de libros en formato digital. Estos libros, a diferencia de la lectura en el ordenador o en las tabletas, nos proporcionan una buena calidad de visión debido principalmente a la tinta electrónica (la famosa e-Ink). Esta tecnología reduce bastante el consumo de batería de los dispositivos, que suelen durar entre tres y cinco semanas con un hábito lector de 30 minutos al día, dependiendo del propio aparato. Esto es así porque la pantalla no precisa de retroiluminación, lo que también repercute en la mejora de la calidad de lectura que ya hemos comentado, al no cansar la vista. De la misma forma, la tinta electrónica nos permite leer a plena luz del sol, sin que se produzcan destellos, del mismo modo que haríamos a la hora de leer un libro tradicional, de papel.
Uno de los principales inconvenientes a la hora de adquirir un e-Reader es la compatibilidad de este con el formato de los diferentes e-Books. Uno de los más extendidos actualmente es el ePub, acrónimo de electronic publication en inglés. Este formato nos permite adaptar el texto a los diferentes tamaños de las distintas marcas de lectores electrónicos, cambiando el tipo de letra y el tamaño de la misma, aumentando la comodidad de la lectura. Lo cierto es que la mayoría de los lectores electrónicos soportan este formato, siendo el Kindle de Amazon la excepción más conocida. Otro de los formatos más usados es el famoso PDF de Adobe, que es un formato de almacenamiento de documentos digitales. Evidentemente, si entre esos documentos almacenados aparece una imagen (como es el caso de las portadas de los libros) en el dispositivo se visualizarán en blanco y negro; del mismo modo, el encabezado y el número de las páginas que acompañan al texto, y que no tiene mucho sentido en el lector (ya que rara vez una página de PDF coincide con una página del tamaño del e-reader) no se pueden modificar. El texto simple o TXT también suele ser un formato que soportan estos aparatos, aunque rara es la ocasión en la que se ofrece un libro electrónico en este formato. El TXT se compone de un texto simple, que no lleva añadido ningún complemento, es decir, no es posible cambiar el tipo de letra, ni añadir negrita o cursiva. Este formato es el que se usa, por ejemplo, con el bloc de notas de Windows. Algo similar sucede con el HTML, que es el lenguaje de marcado que suele usarse para la elaboración de páginas web, y que también son capaces de leer estos dispositivos. Independientemente de que el lector los soporte o no, el formato TXT y el HTML no se suelen utilizar para la lectura de e-Books. Por último, el formato MOBI es el famoso formato de los conocidos Kindle de Amazon, y no son compatibles con ningún otro lector electrónico. Como punto a favor de este último formato se encuentra la cantidad de libros gratuitos o a bajo precio que pueden encontrarse en la biblioteca Amazon.
A pesar de lo que pueda parecer, esto no tiene por qué ser un problema, y es que hay programas que te ayudan a organizar tu biblioteca e-Book. Uno de los más usados y recomendables es Calibre, un programa gratuito que te permite convertir prácticamente cualquier formato de los que soportan los libros electrónicos, y desde luego, todos estos últimos que hemos comentado. De esta forma, el pequeño problema que tienen los libros de Amazon desaparece. Pero además, ese programa te permite organizar tus libros electrónicos o cambiar, entre otros, la portada, la sinopsis, el título o el nombre del archivo, para poder tener un mejor acceso a todos ellos. Asimismo, en el caso de que el dispositivo que vayamos a usar no disponga de wifi y necesite una conexión, Calibre te permite enviar los libros al dispositivo a partir del mismo programa, con lo que resulta muy sencillo de leer más tarde.

Se consolida el uso del e-Reader

El Kindle de Amazon es uno de los
dispositivos más usados.


Claramente, la generalización de estos aparatos ha provocado que aumenten las descargas de libros ilegales a través de la red. De hecho, según el mismo informe del FGEE un 64,4% de los entrevistados aseguraban descargar gratuitamente estos libros a través de la red, y no es en absoluto desconocido para muchos de nosotros la cantidad de páginas web que se dedican a copiar libros y distribuirlos sin permiso. Por ello, se han creado ciertos mecanismos que intentan impedir, con mayor o menor fortuna, que esto suceda. Uno de ellos es el conocido DRM, acrónimo de gestión digital de derechos en sus siglas en inglés, que acota el uso de los textos en los dispositivos digitales. Esta tecnología limita bastante la impresión, copia y difusión de los libros que lleven la protección, lo que termina siendo bastante incómodo para el consumidor del e-Book. También hay que tener en cuenta, llegados a este punto, que también hay libros digitales gratuitos y legales para descargar por la red, como es el caso de muchos libros autopublicados que ofrecen los propios autores o de los clásicos de la literatura universal, que incluso suelen venir de regalo con la compra del propio e-Reader.
Por lo visto, parece que estos aparatos han llegado para quedarse, conviviendo con los tradicionales textos en papel. Solo habrá que esperar a que la tecnología siga avanzando y los libros digitales se generalicen un poco más. Y por pedir que no quede, también podemos esperar que con la generalización bajen un poco los precios de los e-Books. O que tengan el mismo tipo impositivo que los libros en papel. O que nos permitan prestarlos libremente o moverlos de un dispositivo a otro. Cualquiera de esas cosas me valen.
¡Nos leemos!
Poy

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