Me han planteado recientemente esta pregunta. Inicialmente pensé en una respuesta despectiva del tipo “no preguntes pavadas“, después recordé que las preguntas elementales -las preguntas por aquello que damos por supuesto tácitamente- suelen ser las mejores. Damos por sentado que no se debe o se puede eliminar totalmente la libertad de expresión pero – ¿por qué no? O bien, ¿qué pasaría si se lo hace? ¿Podría fácticamente llevarse a cabo tal operación? ¿Por qué consideramos que es un planteo estúpido, es decir, por qué es un tabú pensar siquiera en ello? Todas estas preguntas me dan pie para redactar un bello ensayo en la línea de Isaac Asimov. Es decir, un ensayo de ficción científica.
¿Se debe eliminar totalmente la libre expresión humana?
La respuesta breve es no.
Respuesta un poco más larga: muchísimas personas perdieron la vida luchando para obtener algo parecido a la libertad de expresión. Para muchas más personas, las que sobrevivieron, es un bien por el cual vale la pena luchar y esforzarse.
Luego consideremos un mundo en el que se prohíbe la libre expresión humana. Como siempre que se prohíbe algo, automáticamente surge un “mercado negro”, clandestino. En este caso posiblemente fuera un movimiento de resistencia ultrasecreto. Creo que sobran ejemplos en la historia del ser humano donde esto ha ocurrido y sigue ocurriendo.
Hay experimentos sociales al respecto (llamémoslos ‘experimentos‘). Pensemos en ciertos países del oriente asiático, por ejemplo Corea del Norte. La libertad de expresión está mucho más limitada que en otros países (corríjanme si me equivoco). ¿Ha conducido esto a una sociedad mejor, más justa, más eficiente, más feliz? No puedo responder a esta pregunta precisamente porque aquí donde vivo no hay muchas informaciones acerca de Corea del Norte.
La pregunta no habla de “prohibir” sino de “eliminar” la libre expresión. Se puede prohibir (con mayor o menor éxito) la expresión personal, se pueden incluso planear castigos para quien trasgredan la veda (una prohibición que no plantee castigos para los transgresores no es una ley, es una mera recomendación) pero no se puede impedir que la gente piense (y no lo exprese, que se guarden sus ideas para sí). La única manera de eliminar la expresión sería una operación quirúrgica o química por el cual se desactivasen los centros cerebrales encargados de la libre expresión (sean estos centros cuales fueran).
Postulemos un país imaginario en el que hay una ley que establezca que todos los ciudadanos deben someterse a tal operación. Bien, quienes promulguen esta ley ¿estarían obligados también a eliminar su propia libertad de expresión? ¿Estarían dispuestos a hacerlo? Y ¿qué pasaría luego de eliminar la libre expresión de los legisladores? ¿A quién obedecerían? ¿Al partido? Y ¿quién establece las leyes del Partido?
Respuesta uno: un Gran Hermano – en este caso estamos ante un sencillo caso de Totalitarismo Autoritario en el cual se ha eliminado simplemente la disensión, y que posiblemente termine autoeliminándose por falta de anticuerpos. Respuesta dos: las leyes del Estado serían determinadas por una Inteligencia Artificial. Carecemos actualmente de experiencias para saber si una inteligencia artificial sería siempre más eficiente que una humana. Es posible que estas inteligencias artificiales se desarrollen hasta que superen la del ser humano (y además serían menos corrompibles o sobornables). Ciertamente, no es el caso actual (2021).
Sin embargo, si la libertad de expresión humana es eliminada totalmente, esta es una decisión (a) válida para TODA la humanidad, no solo para algunos – para los que disienten (y concretamente los que disienten con quien ha dicho la primera opinión, es decir quienes disienten conmigo) (b) no tiene vuelta atrás, por definición. Si se elimina de cuajo la libertad de expresión, es imposible luego desde -dentro de ese sistema- “opinar” que debe volverse a poder instaurar la libertad de expresión. Sería una contradicción. de hecho creo que sería imposible, fácticamente.
Todo sistema que se mantiene igual termina estancándose. En una sociedad, en un mundo en el que no hay libertad de expresión, y por lo tanto disenso, la entropía intelectual aumentaría hasta la disgregación. Terminaría disolviéndose en la nada cósmica. Personalmente no es un futuro deseable. Pero esta es solamente mi opinión personal.
Juan María Solare, Bremen, 11 de mayo de 2021