Revista Diario
Un nuevo estudio ha llegado a la conclusión que ser autoritarios con los hijos a la hora de la comida, puede llegar a ser contraproducente para su salud, puesto que los niños pueden desarrollar alteraciones en su peso.
Esto lo señaló Julie Lumeng, autora principal del nuevo estudio quien indicó que cuando las madres eran excesivamente "mandonas" con sus hijos pequeños durante la comida, los niños solían tener sobrepeso a los 3 años.
"Es sabido que los niños pequeños se ponen difíciles con la comida y que los padres se preocupan de que no coman lo suficiente, según dijo la doctora Julie C. Lumeng, autora principal del nuevo estudio".
Lumeng explica que los padres con estas acciones terminan "borrando" en sus hijos la capacidad de responder a "las señales de saciedad" que genera el organismo ya que es la forma que tiene el cerebro de decirnos que debemos dejar de comer. El equipo a cargo les pidió a 1.218 madres que concurrieran al laboratorio con sus hijos. Los grabaron durante 10 minutos mientras los niños comían. Las familias concurrieron tres veces, cuando el niño tenía 15 meses y 2 y 3 años.
Las madres más "mandonas" mientras los niños comían tendían a tener hijos con sobrepeso, aun tras considerar factores como el ingreso familiar y la etnia.
Lumeng explicó que "mandonas" en este estudio eran las mujeres que presionaban a los bebés para que comieran en lugar de sólo ofrecerles comida, al decirles por ejemplo: "Te gusta. Come otro bocado".
De todos modos, la relación entre esa insistencia para que los niños coman y el peso infantil fue mínima. Si, por ejemplo, todas las indicaciones maternas fueran asertivas, el índice de masa corporal (IMC) del niño aumentaría lentamente del percentil 50 al 57, según explicó la autora. Lumeng además sugirió que los padres sigan la recomendación de los expertos: es decir darles a los niños alimentos saludables y dejarlos que controlen a ellos mismos cuánto quieren comer. "Naturalmente, los niños tenderán a comer la cantidad adecuada", dijo. Y si los padres están preocupados porque sus hijos no comen, sugirió que conversen con el pediatra.
En conclusión nunca hay que obligar a nuestros hijos a comer y si nos preocupa el peso o la falta de apetito de nuestros hijos es de consultar lo más pronto con el Pediatra para que nos oriente sobre que hacer.
Via RPP