Revista Educación
Una de las cosas de este año que más me temía está empezando a suceder. Los residentes empiezan a abandonar sus plazas.
Sin haber salido todavía la convocatoria oficial, pronto volveremos con el baile de fechas. Una de las más importantes para quienes ya eran residentes, presentar la renuncia de forma oficial antes de entregar la solicitud de la nueva plaza.
Y este año va a aumentar el número de opositores. Primero porque el año pasado hubo cambio de examen, con lo cual muchos opositores eligieron especialidades o disciplinas diferentes a su elección porque el examen les salió mal.
Este año, además, baja el peso del expediente. Y vuelve a existir una forma de cupo de extranjeros que animará a ese sector de estudiantes que son buenos sin llegar a la brillantez a la hora de buscar la plaza deseada.
Ahora mismo tengo algo de miedo por el tema de las guardias. Ya sé de varias personas que van a repetir el MIR, una de ellas "Audrey", mi Co-R. En principio, que Audrey se vaya afecta a una guardia que le cambié hace tiempo para finales de Septiembre. Más adelante creo que notaré la falta de una compañera (y amiga) en el centro de salud, puesto que somos muy poquitos y prácticamente somos una pequeña familia (valga la redundancia del ejemplo). También se va otra R mayor, que descubrió que familia no era lo suyo. Aún no sé cuántos acabarán partiendo de esta ciudad para probar otras especialidades o probar fortuna en otra unidad docente. Lo iremos viendo conforme pasen los días.
Mucha suerte a los opositores de este año, porque va a haber un buen nivel.