Las dos metas más importantes de las neurociencias son curar enfermedades y entender el funcionamiento de cerebro. El llegar a comprender el origen y funcionamiento de la conciencia supuso hasta ahora un desafío que muchos pensaban inalcanzable.El trabajo fue realizado por el doctor Mario Beauregard y colaboradores. Sin embargo, hay que aclarar que los avances más importantes fueron previos y corresponden a los estudios vinculados a la bioluminiscencia del cerebro y a la teoría de cuerdas.Estos estudios corroboraron que además de utilizar cargas eléctricas el cerebro se comunica mediante la emisión de fotones. La teoría de cuerdas implica, básicamente, una cuerda microscópica que conecta absolutamente todo, esta teoría ha sido demostrada recientemente por el doctor César E. Docet de la universidad de Tokio. A través de estas cuerdas fluye energía que puede ser transformada en fotones. Por su parte estos fotones presentan diferentes estados de energía que están vinculados entre si lo que generaría un fenómeno computacional.
Algunos se preguntaran por qué son tan importantes estos fenómenos computacionales. Básicamente la propia conciencia es un fenómeno computacional. Estos hallazgos abren la puerta a un fenómeno computacional global que gobierne toda la materia.El problema era confirmar que esto estuviera relacionado con dios. Mario Beauregard lo solucionó fácilmente. ÉL insertó un electrodo de oximetazolina dentro de un monja perteneciente a la orden de las carmelitas de clausura. “ La idea es que la descomposición de un haz de luz coherente en un medio no lineal, en este caso un cuasicristal de oximetazolina, revelaría la existencia de p-branas por la aparición de fotones en lugares del cuasicristal no predichos por la teoría cuántica por sí misma."De esta forma se facilitó la comunicación de biofotones con las supercuerdas.
La carmelita reconoció que vio a dios en el mismo instante de ser penetrada.Para más datos les recomiendo ver el siguiente enlace, que incluye imágenes impresionantes, incluyendo imágenes del mismísimo dios.