El poeta mexicano.
Por olvido, no he comentado la grave pérdida para la poesía latinoamericana reciente, y es la desaparición del poeta mexicano Alí Chumacero. Un poeta atípico, cuya poesía no es precisamente "bondadosa". Así anunciaron su muerte en Círculo de poesía:
El escritor mexicano Alí Chumacero murió la noche de este viernes, a los 92 años de edad, víctima de neumonía, se dio a conocer a través de los portales de Internet de varios medios de comunicación, e incluso por reportes de twitteros. El Fondo de Cultura Económica, del que fue editor, corrector y tipógrafo por cerca de 60 años, también lamentó por medio del Twitter el deceso del reconocido poeta y autor. Incluso en Wikipedia ya se publicó el 22 de octubre como la fecha de su deceso. Alí Chumacero, quien residió en el Distrito Federal desde 1937, perteneció al grupo de escritores que fundó la revista “Tierra Nueva” y dirigió la publicación entre 1940 y 1942. Fue también redactor de la revista “El Hijo Pródigo” y de “México en la Cultura” A poco más de dos años de recibir un merecido homenaje por la comunidad cultural del país, se recuerda las palabras que pronunció en aquella ocasión y que hoy son realidad: “Quiero que a la hora de la hora cuando me vaya con la música a otra parte, me recuerden como un hombre venido de un pueblecito pequeño que se llama Acaponeta, de un estado pequeño que se llama Nayarit; buscando un sitio propio”.
Autor de una obra esplendente y discreta, tres títulos básicos son su bibliografía: Páramo de sueños (1944), Imágenes desterradas (1948) y Palabras en reposo (1956). Recupera los elementos característicos de la estética de Contemporáneos: el sentido superior de idea, imagen y sonido; el uso decantado de la silva con sus combinaciones métricas de heptasílabos, eneasílabos, endecasílabos y alejandrinos; la celebración del amor desdichado. Su obra poética ha sido el vínculo con esa generación de la primera mitad del siglo XX y ha permeado su ejemplo a lo largo de toda su segunda mitad. El silencio de su voz poética apenas ha sido roto en dos, tres ocasiones, con algún nuevo poema de elaborada factura. Se han cumplido más de cincuenta años de su más reciente publicación y su poesía continúa en vigencia deleitando al lector del siglo XXI.