Muchas veces, más de las que nos gustaría reconocer o darnos cuenta, hacemos cosas para el beneplácito de los demás, para que alguien no se moleste, o bien para que nos acepte, o nos valore. Y entre tanto estar pendiente de lo que otros pueden o no desear de nosotros, nos perdemos a nosotros mismos en el camino. Nos perdemos porque no hacemos lo que nuestra conciencia dice, sino lo que creemos que dará un resultado, en función de lo que otra persona desea o espera de nosotros.
Tú eres quien eres, puede que ya te conozcas con mucho detalle, o que estés en camino de conocerte, en verdad todos caminamos ese sendero durante toda nuestra vida, y siempre nos sorprenderá descubrir algo nuevo acerca de quién somos realmente. Una de las quimeras más buscadas en la historia de la humanidad es la felicidad, ser o estar felices el mayor tiempo posible. Y precisamente el buscar la aprobación de otras personas puede dificultar, incluso imposibilitar, que alcancemos muchos momentos de satisfacción y bienestar, debido a que cuando actúas condicionadamente sin ponerte a ti en primer lugar, en parte pierdes lo que te hace especial, y eso es precisamente lo que te aportará plenitud cuando vivas desde ahí, desde tu yo más profundo. Y es curioso, porque muchas de las cosas que perseguimos, solo se logran realmente cuando vives desde tu más pura esencia, desde quién eres realmente.
¿Te gustaría tener una buena marca personal? solo será una auténtica y potente marca si te representa a ti, a quién realmente eres, no a lo que otros esperan que seas. Una marca personal es la "huella" que tú dejas en otras personas, y esta huella como sucede con las dactilares, ha de ser única para que sea recordada y valorada. Si es un genérico pierde totalmente su valor, incluso en medio plazo.
¿Te gustaría liderar a otras personas? ya sea en tu trabajo o en tu familia. Entonces has de ser tú mismo, porque el líder es escogido por sus seguidores debido a su autenticidad, porque quieren seguir a alguien que sabe a dónde se dirige, no a alguien que espera ver las reacciones de los demás para ver donde quieren dirigirse, no a alguien que es lo que se espera que sea y está ávido de complacer a todos. Un verdadero líder asume el riesgo que supone ser auténtico y seguir sus valores, principios y metas, aunque haya personas que no lo entiendan o no estén de acuerdo con él.
¿Te gustaría lograr mejores resultados en tu trabajo? deja de imitar a otros, deja de complacer a otros. Todo aprendizaje comienza en la imitación, desde que éramos pequeños, pero llega un momento en el que tienes que decidir ser tú, tienes que decidir conocer cuáles son tus límites, conocerlos y retarlos constantemente, para así cada vez obtener mejores resultados como consecuencia de ir más y más lejos.
Piénsalo bien, cualquier cosa que quieras lograr en tu vida, si es realmente valiosa, primero ha de pasar porque alcances tu máxima expresión de ti, sin tener en cuenta a quién guste o disguste, ese será su problema.
Te invito a que de ahora en adelante, cada vez que te encuentres ante una decisión que tomar en tu vida personal o profesional, pares y te hagas la siguiente pregunta: ¿Qué decisión tomaría mi verdadero yo? ¿Qué es lo que mi profunda intuición me dice?
Con toda probabilidad, en la primera respuesta está la que necesitas, el resto serán justificaciones y adornos para esquivar dar el paso que sabes que tienes que dar.
Y como decía Oscar Wilde, mejor se tú mismo, porque el resto ya están cogidos. Recuerda que no tienes que cambiar nada, solo quitar lo que te sobra, lo que necesitas ya está en ti, descúbrelo, disfrútalo, aprovéchalo.
Fuente: Desde la Trinchera.
C. Marco