- Cristina Fernández, sus abogados y los cómplices de la ex presidente en la " causa Vialidad ", hicieron de todo para detener el juicio o en su defecto, demorarlo en su desarrollo.
La causa fue manoseada por el kirchnerismo, sus abogados millonarios y por los medios operadores, como es el caso de Página 12, C5N, Radio Nacional, Telam y una lista interminable de medios privados subvencionados por la pauta oficial. Pero nadie pudo ponerle una pared a la inexorable justicia que tarde o temprano, llega. Solo depende de hombres (jueces y fiscales) que se quieran comprometer con la verdad, la ética profesional y la moral, bienes tan escasos en nuestro país.
El último viernes los Fiscales Luciani y Mola, dieron la puntada final a sus alegatos. En vez de caer en la trampa de la jefa de la banda, que mandó a sus esbirros a embarrar la cancha para alargar por semanas el final donde será condenada, los fiscales dijeron que solo responderán los pedidos de nulidad y por lo demás no respondieron ni responderán a la Defensa, por cuanto dieron por presentado de manera clara y contundente, todas las pruebas del caso y así lo decidió el propio Tribunal, tras el pedido del abogado de CFK.
Es decir, que ahora solo falta la palabra final de cada uno de los imputados y luego el Tribunal fallará en consecuencia.
La defensa de la Vicepresidente hizo todo lo posible por bajar la causa o trabar su desarrollo. Sistemáticamente plantearon objeciones, pedido de anulaciones, recusaron a jueces, a fiscales, inventaron hechos y vinculaciones de sus vidas privadas con cuestiones incompatibles a sus funciones y la última acción desesperada de CFK y sus abogados, fue pedir el apartamiento de quienes la deben juzgar con la intención de que todo vuelva a empezar. Nada prosperó. Solo queda en el aire, el pedido de 12 años de condena que hizo el Fiscal Luciani y debe evaluar el Tribunal.
Podría decirse que " se le terminaron las tretas" a Cristina Fernández, ya no tiene más opciones, al menos legales, de impedir la condena. Se estima que los jueces no accederían a los 12 años pedidos por Luciani y la condena podría estar entre los 6 y 8 años. De ser así y con la enorme carga probatoria que existe en su contra, la justicia le estaría " haciendo precio " a la vice; luego restará saber los fundamentos y el argumento núcleo por el cual (de condenarla con menos años) los jueces morigerarían la pena de por sí baja, para la calidad del delito que se consumó, tras organizar el Estado para robarle plata a todos los argentinos. Sin embargo, la condena por si misma, es lapidaria, independientemente del tiempo y los recursos que tiene la defensa para seguir planteando su postura en instancias superiores.
La acción desesperada de la vicepresidente, queda de manifiesto en su desobediencia a la Corte Suprema de Justicia, en relación con el nombramiento de los Vocales del Consejo de la Magistratura, que hoy están forzando en el Senado de la Nación, a la vez que meten por la ventana el nombramiento de jueces K en el inventado Tribunal Federal de Piedra Buena, con el fin de manejar en esta provincia, las causas que afecten a la banda.
Como si fuera poco, en la alocución de los fiscales en la Causa Vialidad del último viernes, los acusadores explicaron con lujo de detalle, cómo el Fiscal Chan en Santa Cruz desestimó una causa contra Lázaro Báez, testaferro de Néstor y Cristina, sin siquiera haber visto ni tenido ante él, ninguna prueba ni documentación pertinente para evaluar y concluir una desestimación " in límine " como la que hizo en tal caso.
Y esto nos remite a otro hecho similar, como cuando enviaron la causa por enriquecimiento ilícito de Néstor Kirchner a Santa Cruz y el entonces Juez Santiago Lozada, la mandó al archivo sin abrir una carpeta.
Esta es la justicia que el kirchnerismo entiende necesaria implementar a nivel nacional. Y lo harán, si la oposición y los argentinos en general, muestran apatía y desinterés por las instituciones y la democracia, que ahora si, están en peligro.
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