El periódico El País, de manera usual, trae este domingo un interesante reportaje con el que inicia una serie de publicaciones referentes a la generación de jóvenes que le ha estallado en plena cara la bomba de la crisis financiera, como ustedes saben, España cuenta con una de las tasas de desempleo más altas para un país industrializado.
Se les movió el queso a estos jóvenes, parafraseando el título del libro ‘Quien se ha llevado mi queso‘, el detalle es que ¿tendrán la capacidad de adaptarse a los cambios estos jóvenes? ¿A realizar un cambio para el que no estudiaron y que no tenían contemplado uno o dos años atrás?
Muchos lo tendrán que hacer, otros no, pues la recuperación de la economía les creará un empleo, pero serán pocos puestos y con una remuneración menor, ya no para vivir como príncipes, sino como cortesanos que comen, visten, tienen un coche y rentan un piso, nada más.
Al final del día el asunto no termina allí, la cuestión es que nosotros tenemos que aprender bastante del cuento mencionado, pues comúnmente las cosas cambian y nunca vuelven a ser como antes. Y es vital preguntarte ¿Qué harías si no tuvieses miedo? y considerar que más vale tarde que nunca pues cuando dejas atrás el miedo te sientes libre.
Hay que estar muy alerta y notar de inmediato los pequeños cambios ayuda a adaptarse a los cambios más grandes que están por llegar. Uno debe de ser consciente de mantener las cosas sencillas, ser más flexible y moverse más de prisa.
Y retomando en resumen algunos de los consejos del libro:
• El cambio es un hecho.
• El queso se mueve constantemente.
• Prevé el cambio.
• Permanece alerta a los movimientos del queso.
• Controla el cambio.
• Huele el queso a menudo para saber si está enmoheciendo.
• Adáptate rápidamente al cambio, cuanto antes se olvida el queso viejo, antes se disfruta del nuevo.
• ¡Cambia!.
• Muévete cuando se mueve el queso.
• ¡Disfruta del cambio!
• Saborea la aventura y disfruta del nuevo queso.
• Prepárate para cambiar rápidamente y disfrutar otra vez.
• El queso se mueve constantemente.
¿Estás dispuesto a cambiar?