La Vanguardia del domingo 5 publicaba una entrevista al Sr. Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que como no podía ser de otra forma, teniendo en cuenta a qué partido pertenece, contiene contradicciones y comentarios fuera de lugar, más motivados por la chulería que por la racionalidad.
El Sr. Montoro lleva meses afirmando, y curiosamente lo hace también en el artículo, que España es un modelo de recuperación y que en Europa lidera la salida de la crisis. Aparte que es curioso que todo un Ministro de Hacienda repita incesantemente un mensaje que solo requiere comparar cifras para llegar a la conclusión de que es falso, lo increíble es que en la misma entrevista dice que el nuevo sistema de financiación autonómica debe esperar hasta que nuestra economía se haya recuperado. Muy propio del PP, lo mismo que sirve para afirmar algo, también es útil para demostrar exactamente lo opuesto.
Cuando el periodista le pregunta por el tremendo bajón en la inversión en Catalunya, contesta con un montón de justificaciones absurdas que en ningún caso aclaran nada sobre la pregunta, y entre otras cosas dice: “Durante estos años de crisis… el objetivo del Estado ha sido salvar los gastos asociados a las partidas sociales y el Estado del bienestar… y el objetivo del 2015 sigue siendo salvar el gasto social y reducir el déficit”. Me ha costado mucho, pero al fin lo he entendido, cuando Montoro habla de gasto social y Estado del bienestar se refiere claramente a las subvenciones para cubrir generosamente los costes totales de los proyectos fallidos de los más ricos del país, como en el caso Castor.
Cuando se le pregunta sobre el creciente malestar del empresariado catalán por el continuo desprecio a Catalunya que demuestran los presupuestos del Estado, ya riza todos los rizos cuando, después de afirmar que los empresarios se equivocan, insinúa que el sistema actual de financiación autonómica es el mejor para Catalunya porque es la CCAA que más crece y lidera la recuperación, por encima de CCAA como País Vasco y Navarra que disfrutan de sistema foral. O sea, si a alguien le pegan una soberana paliza y sobrevive, no lo consigue gracias a su fuerte complexión, sino a que los que le pegaron la paliza lo hicieron por su bien. Los empresarios catalanes, y de otras comunidades que hace tiempo llegaron a la conclusión que no se puede confiar en absoluto en la Administración Pública española, que deben gestionar sus empresas con funcionamiento totalmente independiente de la burrocracia, que sepan que si todavía no han quebrado es gracias a lo perfecto del sistema de financiación autonómica y al muy buen hacer de los gobiernos de España, en especial del actual, y en especial de su Ministro de Hacienda.
En un momento concreto, cuando Montoro dice que la inversión pública no puede ser la base del crecimiento afirma que en algunos casos si lo es, y se atreve a decir “Como el Corredor Mediterráneo, que beneficia a Catalunya, y que es una de las prioridades de inversión del Ministerio de Fomento y se recoge en los presupuestos del año próximo”. Tremendo, resulta que los afectados por el Corredor Mediterráneo hemos de agradecer que para el 2015 continúe, con retraso, la inversión en un proyecto que todos los gobiernos de España, en especial los del PP han demostrado sobradamente que si por ellos fuese nunca se construiría para beneficiar el corredor central, que se está construyendo porque está calificado de imprescindible por la U.E., que no hay mes que desde Madrid no le pongan algún palo en las ruedas, que se está ejecutando con mucho retraso a pesar que si los gobiernos de este país tuviesen dos deditos de frente debería estar construido en base a AVE para pasajeros y mercancías desde hace décadas, y Montoro lo califica de prioridad del gobierno. Caray, pues si ni lo fuese estarían arrancando las viejas vías existentes.
Sin embargo en todo puede encontrarse siempre algo positivo, y aunque rascando mucho, también lo he encontrado en esta entrevista, porque a lo largo de la misma Montoro insiste varias veces en que el Estado no puede liderar y financiar el crecimiento, comentario que coincide casi exactamente con uno que hace frecuentemente Frau Merkel, lo que me lleva a pensar que Montoro está imbuido, convencido, inducido y poseído por la religión del liberalismo salvaje y furibundo que practica la Frau, y esto me anima porque si el Estado reduce su función en la economía del país a prácticamente cero, al menos a nivel económico, ya no debemos preocuparnos más porque algun día tengamos que soportar otro gobierno del PP en mayoría absoluta, que nombre un ministro como Montoro.