Revista Cine
Mientras Somos Jóvenes (While We're Young, EU, 2015), de Noah Baumbach. Alguien escribió por ahí que se trata de le mejor cinta de Woody Allen del año dirigida por alguien más. Probablemente: los ecos -aunque mucho más ligeros- de Crímenes y Pecados (Allen, 1989) están presentes en esta buena comedia de Baumbach. Mi crítica en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.Los Hijos del Diablo (The Hallow/The Woods, GB-EU-Irlanda, 2015), de Corin Hardy. Un matrimonio londinense con bebito en ristre llegan al interior de un denso bosque irlandés que ha sido vendido y que, por lo mismo, está a punto de ser aserrado. Él es un biólogo especialista en hongos, ella es su guapa mujer comprensiva y el chamaquito es un indefenso bebé de brazos.La gente del pueblo no mira con buenos ojos a este científico que viene a estudiar a los árboles para luego mandarlos cortar, pero quienes sí se enmuinan en serio son los espíritus que viven en el bosque, además de un pegajoso y asqueroso hongo que, aparentemente, parasita a cualquier ser viviente para transformarlo en monstruo.La opera prima de Hardy es una suerte de cinta de horror fantástico-naturalista que, sin plantear nada realmente nuevo, logra mantener el interés gracias a un buen planteamiento, una ejecución decente y un eficaz reparto. Para los fans del cine de horror, un palomazo seguro.Lo que Reina en las Sombras (Kingdom of Shadows, México-EU, 2015), de Bernardo Ruiz. El segundo largometraje documental de Ruiz -meritoria opera prima Reportero (2012), sobre el Semanario Zeta- está ubicado, para variar, en la frontera méxico-estadounidense y sigue a tres personajes emblemáticos: a la Hermana Consuelo Morales, una monja que lidera una organización dedicada a la búsqueda de desaparecidos en Monterrey; a Oscar Hagelsieb, un policía americano descendiente de mexicanos que ha trabajado encubierto en la Seguridad Interna gringa en El Paso; y Don Ford, un tejano que tiempo atrás se dedicó al contrabando de mota, llegando a conocer y a tratar al mismísimo Señor de los Cielos.Los tres personajes que sigue Ruiz son interesantes y la breve duración de la película -apenas 75 minutos- ayuda a que todo transcurra con fluidez, aunque es inevitable, por lo menos para quien esto escribe, que el tema, los asuntos tratados y el escenario mismo empiece a provocar sucesivos déjà vu. Acaso he visto este año demasiadas cintas sobre la frontera, el narco y la violencia.
La Fórmula del Dr. Funes (México, 2014), de José Buil. El más reciente largometraje del reaparecido Buil es una película infantil basada en un cuento de Francisco Hinojosa que confieso no haber leído. El Dr. Funes del título (Farnesio de Bernal) es un anciano que crea una fórmula para convertirse en niño y, ya convertido en chamaco (Daniel Carrera), hace migas con el inquieto vecino Martín Poyo (Emanuel Latanzio). Es de aplaudirse la osadía de Buil de trabajar en un género fantástico-infantil que no es muy común en el cine mexicano, pero por lo menos desde mi perspectiva la película nunca logra transmitir ese sentido de magia y aventura a la que, supongo, debe aspirar un filme de esta naturaleza. La cinta se presentó el año pasado en Guadalajara 2014 en donde el jurado infantil del festival -un centenar de escuincles entre 3 y 12 años que votaron por los filmes para niños que se exhibieron ahí- no le dio el premio de mejor película sino que galardonó a la cinta peruana-argentina de animación Rodencia y el Diente de la Princesa (Perú-Argentina, 2012), de David Bisbano. Y que conste que dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad.007 Spectre (Spectre, GB-EU, 2015), de Sam Mendes. La más reciente aventura jamesbondesca tiene un magnífico prólogo -uno de los mejores de la saga-, un muy satisfactorio final -¿la digna despedida de Daniel Craig del personaje?- pero, en el medio, hay episodios satisfactorios y otros no tanto. Al final de cuentas, el balance termina siendo positivo, aunque sea por un margen mínimo. Mi crítica in extenso, próximamente en este blog.