Revista Cine
La Chica Danesa (The Danish Girl, GB-Bélgica-EU, 2015), de Tom Hooper. El implacable cinéfilo dominicano @GuidoC anotó en twitter que el más reciente largometraje de Hooper es más tóxico que cualquier película de los Transformers. De acuerdo: por lo menos esos churros de los robototes no se quieren hacer pasar por cine de arte, audaz y propositivo. Oscar-bait de la peor especie. Mi crítica en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.
En Primera Plana (Spotlight, EU, 2015), de Tom McCarthy. Si hay una cinta que le pueda arrebatar el Oscar 2016 a Mejor Película a González Iñárritu es esta funcional película liberal centrada en una famosa investigación periodística realizada por un equipo especial del Boston Globe por la cual se desenmascaró la conducta criminal de la iglesia -la de la Arquidiócesis de Boston, pero también la del resto del mundo católico- que había ocultado centenares de casos de abuso sexual infantil perpetrado por sacerdotes.En la mejor tradición del cine procedimental, seguimos de cerca a este grupo de periodistas que van hurgando en un caso difícil en varios sentidos: porque todos ellos viven en Boston, la ciudad católica por definición en los Estados Unidos; porque todos ellos son o fueron criados como católicos; porque la iglesia es una real fuerza de poder -político y económico- en esa ciudad; y por las dificultades profesionales que un reportaje de esta naturaleza trae consigo.En Primera Plana no es la gran película del año, pero tiene un reparto intachable -Mark Ruffalo, en particular, está impresionante como el inquieto periodista desgarbado Mike Rezendez-, una historia interesante y valiosa, y una posición política y moral intachable. Insisto: es la única cinta que podría echarle a perder la noche a González Iñárritu.
Capo, el Escape del Siglo (México, 2016), de Alex Uriegas. Cambiado de último minuto el título de Chapo, el Escape del Siglo, a Capo, el Escape del Siglo, esta mal-hechota y mal-escrita cinta sobre el escape de la cárcel del Altiplano de Joaquín Guzmán Loera en julio del año pasado no es más lograda que las mejores/peores películas ochenteras que realizara el cine industrial mexicano con temas y personajes similares -que si los marigüaneros del rancho El Búfalo, que si Lamberto Quintero, que si Caro Quintero y el asesinato de Enrique Camarena- lo cual no deja de ser deprimente.