Revista Cine

Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCIV

Publicado el 07 noviembre 2011 por Diezmartinez
Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCIV
Tequila, Historia de una Pasión (México, 2011), de Sergio Sánchez Suárez. Los recursos técnicos y de producción están decentemente usados, Salvador Sánchez brilla con el profesionalismo de siempre, el vasco Unax Ugalde hace un trabajo decente con su acento mexicano, pero este triángulo trágico-amoroso no es más que un culebrón televisivo realizado para la pantalla grande. Angélica Aragón aparece tomando sin razón alguna pero más gratuita aún resulta la aparición de Edward Furlong. La película está ambientada en el México postrevolucionario -años 30, acaso- en una hacienda tequilera pero esto es una gratuidad más: el escenario pudo haber sido una hacienda ganadera, una granja porcícola o una empresa automotriz. Aunque, bueno, no se habrían promovido el tequila ni los escenarios de Jalisco. Según el colega y camarada Silvestre López Portillo en twitter (@silvestrelpv), la cinta obtuvo el fin de semana, con 250 copias, $2,395,374 pesos.
Monstruos: Zona Infectada (Monsters, 2010), de Gareth Edwards. El admirado Andrew Sarris tiene una sección, en sus infaltables listas de fin de año, en la que anota "películas que a todo mundo le gustaron, menos a mí". Esto me ha sucedido con esta opera prima independiente y baratona que ubica una invasión extraterreste en el norte de México (mi estado natal, Sinaloa, resulta ser la frontera con los monstruos -como si con los narcos no tuviéramos suficiente). La multipremiada película me resultó un concepto interesante pero mal ejecutado: entre la historia de amor, la road-movie y el cine de ciencia ficción, Monstruos: Zona Infectada, esconde a sus aliens hasta el último minuto pero, a diferencia de otros filmes con estrategias similares -digamos, Alien, el Octavo Pasajero (Scott, 1979)- a mí esto no me provocó la mínima tensión sino el franco aburrimiento. Debo aceptar, sin embargo, que cuando los monstruos aparecen, hacen algo que no esperaba que hicieran. Gran escena.
PS. Ah, y por cierto, ya qué que es una babosada quejarse por eso, pero Edwards debería tomar una clases de geografía. En el norte de México no hay selvas centroamericanas, ni templos ceremoniales mayas en Tamaulipas ni ríos navegables y caudalosos. Para invasiones extraterrestres en México, me quedo con la mucho más entretenida Las Ruinas (Smith, 2008).


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