Revista Cine
Balada de un Hombre Común (Inside Llewyn Davis, EU, 2013), Ethan y Joel Coen. La más reciente cinta de los hermanos Coen es otra comedia de humor negro en el que el personaje del título, Llewyn Davis (Oscar Isaac), un compositor y cantante de música folk de los años 60, sufre un fin de semana de pesadilla circular.
Se entiende que Davis es un tipo de verdadero talento musical, pero también es incapaz de tomar una decisión correcta. Como su hermano del alma Barton Fink (1991) -aunque sin el tono surreal de aquella obra maestra temprana-, Llewyn Davis está acorralado en el peor infierno posible: en el autosabotaje artístico/existencial permanente y persistente, aquí, ahora y por siempre jamás. Las canciones, espléndidas, hacen más llevadera la crueldad de todo el asunto. Carey Mulligan, encabronada durante buena parte de la película, ofrece una actuación hilarante. Una injusticia que su trabajo haya pasado desapercibido en la temporada de premios. En mi Coenómetro personal, está cinta podría ser colocada por ahí, en el número 12.
Atrapados (Deadfall, EU-Francia, 2012), de Stefan Ruzowitzky. Conocido en México por sus dramas históricos Los Herederos (1998) y la cinta ganadora al Oscar a Mejor Película en Idioma Extranjero Los Falsificadores (2007), el versátil cineasta austriaco Ruzowitzky debuta en Hollywood con esta palomera mezcla de thriller y drama familiar. El buen reparto (Eric Bana, Olivia Wilde, Kate Mara, Sissy Spacek, Kris Kristofferson, Treat Williams) hace más pasable la retahíla de clichés. Mi crítica en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.