Revista Cine
En el Último Trago (México, 2014), de Jack Zagha Kababie. El segundo largometraje de Zagha Kababie (opera prima mucho más lograda Adiós Mundo Cruel/2011), es una comedia en el formato del ensemble de la tercera edad, que ya no es novedad en el cine mexicano del nuevo siglo desde Por Si No Te Vuelvo a Ver (Villaseñor, 2000). Cuatro ancianos que se reúnen todos los días a jugar dominó ven cómo uno de ellos, Pedro (Pedro Weber "Chatanuga") muere sin cumplir su sueño: que la servilleta en la que el mismísimo José Alfredo Jiménez escribió su primera versión de "Yo" y que le regaló a Pedro en alguna borrachera, sea exhibida en el museo dedicado al compositor en Dolores Hidalgo, Guanajuato. Así pues, los tres viejitos restantes (José Carlos Ruiz, Luis Bayardo y Eduardo Manzano) salen de la ciudad de México hacia Guanajuato a cumplir el último deseo de su fallecido cuate. La intención es hacerle un homenaje a la música de José Alfredo Jiménez a través de esta amable road-movie gerontofílica y, por supuesto, siempre será un placer escuchar las canciones de José Alfredo. Sin embargo, la cinta no funciona: no es suficientemente emotiva ni me pareció particularmente graciosa. Eso sí, la realización es muy funcional y los veteranos intérpretes están irreprochables.
¡Qué Extraño Llamarse Federico!: Scola Cuenta a Fellini (Che Strano Chiamarsi Federico: Scola Racconta Fellini, Italia, 2013), de Ettore Scola. El más reciente largometraje del maestro Scola es una oda nostálgica al extrañado -por Scola y por quien guste del cine- Federico Fellini. Dominado por una inspiración claramente fellinesca, Scola nos presenta al joven Federico llegando a la Roma de la pre-guerra para trabajar como caricaturista en el magazine satírico Marc'Aurelio, mismo sitio al que llegará Scola a trabajar ocho años después siendo apenas un adolescente. Con todo y sus diferentes edades y sus temperamentos distintos, Scola y Fellini compartieron no solo la misma chamba original en la citada revista, sino también inclinaciones artísticas similares y un mismo actor icónico, Marcello Mastroianni, que aparecía muy guapo con Fellini y muy feo con Scola, tal como se lo reclama a este último la madre de Marcello. La película es un conmovedor homenaje no solo al amigo que falleció en 1993 sino, también, al cine que hizo y que sigue vivo y vigente en la memoria, por lo menos en la de quien esto escribe.
Zonas Húmedas (Feuchtgebiete, Alemania, 2013), de David Wnendt. Una encantadora cinta escatológica -y no, no es un oxímoron- en la que una jovencita (extraordinaria Carla Juri en un papel que podría convertirla en una estrella) explora su cuerpo como una forma de rebeldía y auto-exploración no sólo física sino existencia. Mi crítica en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.