Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCXVII

Sal y Pimienta (Soul Kitchen, Alemania, 2009), de Fatih Akin. Vista hace casi dos años, en Guadalajara 2020, finalmente ha llegado a las salas comerciales esta amable cinta de Akin. En esta ocasión, el cineasta turco-germano transita por terrenos ligeros (como la de Im Juli/2000, por ejemplo), así que si usted espera los azotes de sus obras maestras Contra la Pared (2004) y A la Orilla del Cielo (2008), a lo mejor sale defraudado. Pero no debería: la cinta es muy disfrutable por lo que es. La trama gira en torno al emproblemado dueño de un restaurante de quinta en Hamburgo, quien tiene que lidiar con su hermano recién salido del bote, una hernia que no lo deja caminar, una novia que se va a trabajar a China y un amigo traicionero que le quiere quitar el lugar de marras, el Soul Kitchen del título original.
Los Descendientes (The Descendants, EU; 2011), de Alexander Payne. El quinto largometraje de Payne es una blanda dramedy que presume una notable interpretación por parte de George Clooney, despojado de toda seguridad y carisma. Por lo demás, la cinta carece del filo de toda la obra anterior de Payne. Sin embargo, debo aclarar que estoy (casi) solo en esta apreciación. La crítica estadounidense la ha aplaudido (casi) de manera unánime y, para no ir tan lejos, aquí estála entusiasta crítica de Carlos Bonfil. Mi crítica, en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.