Revista Cine
El Espía que Sabía Demasiado (Tinker Tailor Soldier Spy, GB-Francia-Alemania, 2011), de Tomas Alfredson. ¿La mejor adaptación fílmica de una novela de Le Carré? Muy probablemente. La farragosa novela original -que mereció una notable adaptación televisiva con Alec Guiness en el papel de George Smiley- está adaptada con precisión milimétrica, traicionando algunos pasajes del texto pero respetando, al final de cuentas, el desazonante espíritu del libro. Gary Oldman está formidable como Smiley -el anti007-, el reparto secundario es impresionante, la banda sonora torcidamente pertinente y la opaca narrativa visual del director Alfredson no podía estar más ad-hoc para la historia, la época y los personajes. A esta película tendrán que vencer todas las que vengan en los meses que le restan al 2012. Mi candidata personal a lo mejor del año. Mi crítica en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.
Yo, También (España, 2009), de Antonio Naharro y Álvaro Pastor. Un treintañero con síndrome de Down, Daniel (Pablo Pineda) -que, además, es un graduado de la Universidad- entra a trabajar en la oficina de atención a los discapacitados mentales de Sevilla y ahí se enamora de una mujer "con 46 cromosomas", la guapa, problemática y con un pasado dificil Laura (Lola Dueñas). Escrito así parece melodrama de domingo por la tarde en el Hallmark Channel, pero la cinta dirigida al alimón por Naharro y Pastor no cae nunca en chantajes sentimentaloides, está realizada con sobriedad y derrocha buen humor y alguna que otra regocijante vulgaridad pues, "la gente normal folla, por lo menos de vez en cuando".