Revista Cine
Wall Street, el Dinero Nunca Duerme (Wall Street, Money Never Sleeps, EU, 2010), de Oliver Stone. Esta secuela tardía y fallida de El Poder y la Avaricia (1987) tiene algunos momentos buenos -los primeros 15 minutos, dominados por Frank Langella y... ehh... como decía, los primeros 15 minutos, dominados por Frank Langella- y nada más. El resto del filme, incluyendo su absurdo desenlace incoherente y la deshilachada dirección de Stone -¿andará en ácido?- es un desastre irredimible. Mi reseña el martes próximo, aquí mismo.
La Vida Loca (España-México-Francia, 2008), de Christian Poveda. El primer y, a la postre, último largometraje documental del periodista franco-españo Poveda, es un convencional pero muy honesto acercamiento existencial a la Mara 18 salvadoreña. Como es sabido, Poveda fue asesinado poco después del estreno de esta cinta, muy cerca de donde realizó este documental. Pero la película vale la pena verla, más allá del morbo publicitario: "este filme le costó la vida a su director". Mi reseña en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.
El Mensajero (The Messenger, EU, 2009), de Oren Moverman. La opera prima del guionista convertido en cineasta Moverman es un sólido melodrama viril en el que un héroe de guerra de Iraq, el sargento Will Montgomery (Ben Foster) es comisionado, en sus últimos tres meses de servicio, a fungir como pareja del veterano capitán Stone (Woody Harrelson, justicieramente nominado al Oscar), quien tiene la responsabilidad de tocar la puerta de los familiares de los caídos en combate para avisarles que su ser amado ha muerto. En su debut, Moverman demuestra que sabe a la perfección como manejar la cámara. Mi reseña, en este blog, en la próxima semana.