Jesús Faría
Se han dado a conocer indicadores económicos del país, correspondientes al primer semestre del presente año. Los resultados son realmente alentadores.
La primera lectura expresa que se mantiene la expansión productiva por octavo semestre consecutivo. En esta ocasión el crecimiento fue de 7,7%, uno de los más altos registrados en el planeta. Durante el primer trimestre el crecimiento fue más vigoroso con un 9%, en tanto que el segundo trimestre fue de 6,5%. En este último resultado se manifestó el recrudecimiento de las sanciones imperiales, que obligaron a las empresas petroleras extranjeras a retirarse una vez más del país.
Sin embargo, lo que se hace cada vez más evidente es la fortaleza de la economía nacional para resistir frente al boqueo económico. Mientras que durante los años 2017-2021 el impacto de las agresiones económicas ocasionó el desplome de la actividad económica interna; en los actuales momentos y, particularmente, desde el año 2022 el bloqueo económico ha generado duras afectaciones en la economía, sin duda, pero ya no puede descarrilar su proceso de crecimiento. Hemos aprendido a evadir buena parte de su fuerza destructiva.
Obviamente, sin las sanciones tuviésemos un pleno desarrollo de las fuerzas productivas, tendríamos crecimiento económico más elevado, mayor estabilidad económica y más potente capacidad para generar bienestar social. No obstante, Washington ya no pueden frenar el avance de nuestra economía.Todas las amenazas y acciones de sanciones y castigos son la expresión de un gobierno, que sobredimensiona su capacidad actual de desestabilizar a nuestro país y derrocar a su gobierno.
Desglosando el crecimiento económico, destaca la sólida expansión del sector petrolero con un 15% durante los primeros seis meses del 2025. Este resultado es especialmente relevante, porque se alcanzó pese a la ya mencionada salida de las empresas extranjeras petroleras del país durante el segundo trimestre del año.
Como se sabe, el gobierno de Trump tuvo que hacerle esa concesión a lasfuerzas más recalcitrantemente antivenezolana de la Florida y asegurar la aprobación por estrechísimo margen de su ley fiscal: “La Gran y Bonita Ley” que apunta a recortar gastos sociales en salud y alimentación, elevar en sumas fabulosas el gasto militar y realizar recortes gigantescos a los impuestos de los sectores más pudientes de la sociedad estadounidense. Una vez aprobada esa ley por estrechísimo margen, se le otorgó nuevamente la licencia a Chevron. Como se podrá entender, esos permisos no los emite Trump para congraciarse con nosotros, sino para mantener bajo control los precios de los combustibles en el país del norte.
En todo caso, el gran mérito de ese resultado en la industria petrolera está, principalmente, en los trabajadores venezolanos que supieron mantener la producción aun después de la salida de la empresa estadounidense. Otro resultado resaltante fue el crecimiento del sector minero (11%), donde tenemos claras ventajas comparativas.
Asimismo, destacan el desempeño de los sectores manufacturero y el agrícola, con un crecimiento de 6,2% y 4,6%, respectivamente. En lo que respecta a la manufactura, se trata de un sector estratégico. Ahí se transforma la materia prima, se establecen los más importantes tejidos productivos, tiene el más elevado contenido tecnológico, se crean los mejores puestos de trabajo, tiene los salarios más elevados, se trasfiere las ganancias en productividad hacia el resto de la economía.
En relación a la agricultura, que viene registrando una recuperación sostenida y muy importante a lo largo de los últimos años, se generan las mejores condiciones para alcanzar la seguridad alimentaria y reducir la posibilidad de escenarios de desabastecimiento, una vulnerabilidad que tanto daño social y político nos hizo en el pasado y que es parte del expediente de agresiones del bloqueo económico.
Ahora bien, más allá de los registros de la producción, vale la pena subrayar al menos tres consideraciones. Por una parte, tenemos que ese crecimiento de la economía contiene importantes fortalezas, que se proyectan en más crecimiento para el futuro inmediato y del mediano plazo, y que servirán para la de los niveles del bienestar del pueblo venezolano, especialmente, de los salarios, destruidos por las agresiones yanquis.
Asimismo, es necesario destacar la enorme importancia que ha jugado la estabilidad política en este escenario de crecimiento económico. Hubiese sido imposible pensar en recuperación productiva sin ese factor. No es por casualidad que la expansión del aparato productivo se activó a mediados del año 2021, cuando la estabilidad política se había consolidado definitivamente. Es imposible que la economía crezca, que se concreten las inversiones productivas en condiciones de conflictividad y grandes confrontaciones en la nación. Precisamente, esa era una de las motivaciones más importantes de los sectores de la ultraderecha al pretender caotizar el país. Entonces, se convierte esta variable sociopolítica en un objetivo estratégico y, a su vez, se observa como el crecimiento económico y la justa distribución de sus frutos contribuyen de manera decisiva a mayor tranquilidad social y política
Finalmente, también se anunciaron avances significativos en materia de recaudación de impuestos. Ciertamente, el SENIAT ha venido realizando una extraordinaria labor. Pues bien, mayores ingresos fiscales provenientes del crecimiento y del eficiente accionar recaudador del SENIAT, aunado a crecientes ingresos de divisas como resultado del aumento de las exportaciones petroleras, pero también de exportaciones de café, cacao y otros rubros no petroleros, ofrecerán una base sólida para estabilizar la variable cambiaria. Esta tarea se ha convertido en los últimos meses en el principal frente de batalla de la política económica y con esas condiciones fortalecidas, especialmente, la referida a la disponibilidad de divisas, vamos a tener resultados positivos en relación con la estabilización de la tasa de cambio y, por lo tanto, con el descenso de la inflación.
Se cierra un semestre con resultados muy positivo en materia económica que, a su vez, tiene múltiples y muy positivas perspectivas en lo social y político. Hay que cultivar ese clima muy favorable para el crecimiento económico y una de las tareas principales en esta dirección radica en la consolidación de la estabilidad política.
