Revista Salud y Bienestar
Parece ser que sí. Según Norman Ohler, el líder del partido Nazi, que originalmente se negaba a consumir cualquier tipo de “toxina” (incluida la cafeína), sucumbió a los encantos de la oxicodona que le prescribió el médico Theodor Morell en 1941.
Durante años, se inyectaba varias veces al día este opioide para tratar sus dolores intestinales, y pronto se volvió adicto a la sustancia, que alternaba con dosis de cocaína prescrita para una perforación del tímpano que le produjo una explosión.
"¿Se metía Hitler de todo?" fue publicado originalmente el 1 de noviembre de 2016 en la Revista Intersanitaria Nacional Salus.