Revista Sociedad

Se nos marcha la niña

Publicado el 07 septiembre 2021 por Salva Colecha @salcofa

Hay que ver como pasa el tiempo. Parece el otro día que nació la niña y ahora ya se nos va al cole fuera. Seguro que a todos los que somos padres esta copla nos suena bastante. Un día estás cambiando pañales y cuando te das cuenta te piden dinero para comprase un coche porque no tienen un duro y les hace falta para ir a un trabajo en el que les sale ni para la gasolina pero como salen de la universidad “con lo puesto”, han de agarrarse a lo que sea. ¿Qué le vamos a hacer? Como dicen las viejas del barrio “es ley de vida”. Pues eso será.

Resulta que estos días nos llevan dando bastante la tabarra con eso de que la princesa Leonor se nos va a estudiar fuera. Algunos lo pintan como un hecho tan traumático que no puedo más pensar que se va a una lúgubre mazmorra con señores empeñados en conservar los viejos métodos, ya sabes, “la letra con sangre entra y todo eso”, pobrecita, no puedes hacer más que compadecerse de ella. Pero se me ocurrió mirar donde estaba ese horror y va y resulta que es el  UWC Atlantic College, (UWC = Colegio del Mundo Unido, ¡casi nada!.) Vamos que se ha ido un par de años a un  castillito del SXII muy cuco en la costa galesa, una especie de “Hogwarts hippie” donde estudiará con compañeros tan mundanos como la también princesa Alexia de Holanda desde liderazgo (¿?)  hasta  Tai Chi (pero no se si estará también la asignatura de “Ética, honradez y decencia” que debiera ser troncal). Todo para conseguir el título de Bachillerato Internacional y, de paso,  poder saltarse la selectividad a lo Froilán. Igualito que nuestros hijos que se la juegan en cualquier instituto público en el que los profes hacen malabarismos con unos temarios y unas leyes de educación que cambian según las fases lunares (OCHO Leyes de educación, si no recuerdo mal desde 1980)  para después intentar llegar a encontrar plaza en alguna universidad pública y hacer  hasta rifas para poder pagarse una temporada de Erasmus en alguna universidad europea y descubrir que en muchas cosas vivimos en una especie de burbuja temporal anclada años atrás, con sectores empeñados en retroceder las manecillas del reloj mucho más aún. Pero bueno, siempre habrá clases y clases, resignación. Por lo visto cruzarse con pobres, mortales y gente mundana no mola.

No es que vaya a pensar que quieran desconectar a la niña de todo lo que se parezca a la realidad y que no crea que ya que por lo visto nos van a meter un reinado más en calzador por lo menos que la reina sea una persona lo más solvente posible, de verdad. Pero es que igual no es conveniente, ni siquiera de cara al graderío, eso de alejar de la realidad a quien se supone que un día tendría que ponerse la corona en la cabeza y decir que es reina de un país que cada vez se lo cree menos, cansado, harto y un tanto quemadillo al que apenas conocerá y en el que no le quedará otra más que  seguir la inercia que nos lleva durante tantos siglos ya hacia ninguna parte o intentar aparentar un poco de decencia en este sindiós de familia que nos lleva demasiado tiempo entretenidos a base de escándalos y tomaduras de pelo tan grandes como aquello de renunciar a una herencia en vida.  No se, igual es que en la Casa Real no han tenido tiempo desde 1889 para leerse los artículos  991 (click) y 816 (+ click) del Código Civil que dicen algo al respecto de las herencias (como van tan liados con los asuntos del Rey-Jeque, pobres). O eso o es que nos toman por tontos. A veces pienso si no lo seré yo por pensar que la Ley puede llegar a todas partes o que las cosas ser consiguen con el esfuerzo diario. Tendré que recapacitar sobre ello, igual debiera meterme a fotocopiador de billetes o pedir entrar en la banda de La casa de Papel para reunir parné suficiente, seguir el ejemplo que nos dan y enviar a mis hijos lejos, muy lejos.


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