Revista Deportes

"Se obliga a 28.000 jugadores a pasar reconocimiento médico": Silvio Villaescusa, jefe de los servicios médicos de la Federación Murciana

Publicado el 30 septiembre 2014 por Jmporense @futbolbaseymas
  • «Tener cerca un aparato para recuperar las constantes puede ser vital», dice el médico de la Federación. La nueva Ley del Deporte de la Comunidad obligará a que haya desfibrilador en las instalaciones de nueva construcción y en las que sean remodeladas


  • José Párraga tenía 18 años más que Esteban Luján. Ambos, el primero con 34 años y el segundo con 16, corrieron la misma suerte. Cayeron desplomados mientras jugaban un partido de fútbol y nada se pudo hacer por salvar su vida, pese a los intentos de reanimación. José murió en enero en Cartagena, en un partido de veteranos del Ranero contra jugadores locales; Esteban, el sábado, en el campo Gabriel Serrano, en un amistoso entre los equipos juveniles del Espinardo y del Caravaca.En ninguno de los recintos había un desfibrilador. «Tener uno a mano puede salvar una vida», dice Silvio Villaescusa, jefe de los servicios médicos de la Federación Murciana de Fútbol, quien añade que la aparición repentina e inesperada de una parada cardiaca en una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado, es decir, lo que se conoce como muerte súbita, es «indetectable e impredecible, de ahí lo importante que es tener cerca ese aparato que ayuda a recuperar las constantes vitales después de una parada cardiorrespiratoria mediante una descarga eléctrica».La incidencia de la muerte súbita en el deporte es baja, aunque solo se contabilizan los casos más resonantes dejando de lado los que ocurren en otros deportes minoritarios. En general, uno de cada cien mil deportistas fallece al año debido a esta patología.Su principal causa es una arritmia cardiaca llamada fibrilación ventricular, que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir. La víctima de muerte súbita pierde, en primer lugar, el pulso y, en pocos segundos, también el conocimiento y la capacidad de respirar. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos.
  • Pruebas que salvan vidas


Prevenir esta anomalía es uno de los grandes desafíos para la medicina deportiva actual. La Federación Murciana obliga a los 25.000 jugadores de la bases, tanto de fútbol (22.000), como de fútbol sala (3.000) a pasar un reconocimiento médico cada dos años. En estas exploraciones se incluyen historia clínica y familiar, examen médico y cardiológico y exploraciones médicas específicas en caso de sospecha.El doctor Villaescusa incide en la importancia que tiene que se conciencie a los deportistas, entrenadores y dirigentes de los clubes para que valoren que con los reconocimientos médicos se pueden salvar las vidas de los deportistas. Insiste también en lo importante que es tener en los campos de fútbol los elementos médicos necesarios, incluido el desfibrilador. Aunque para su uso es necesario tener una formación, también los hay automáticos, que actúan cuando perciben que al deportista le pasa algo anormal.La nueva Ley del Deporte que se aprobará en los próximos días contempla la obligatoriedad de dotar de un desfibrilador las instalaciones deportivas de nueva construcción, así como las que son remodeladas.«No sería una mala medida que, bien los ayuntamientos, la Comunidad o los propios equipos, apostaran por estos aparatos recuperadores. Hay que hace una inversión y es cierto que la muerte súbita de un deportista joven no sucede con mucha frecuencia, pero si sirve para salvar una vida, habrá merecido la pena el esfuerzo», dice Silvio Villaescusa.1.700 eurosUn desfibrilador cuesta unos 1.700 euros. Francisco Martínez, jugador del equipo de veteranos del Ranero, que vio morir a su compañero José Párraga en un campo de fútbol, organizó un partido para recaudar fondos con los que comprar un desfibrilador con el objetivo de donarlo. Lograron su objetivo, pero ahora no encuentran quien quiera el aparato. Lo han ofrecido al Ayuntamiento de Murcia para que lo instale en alguno de sus recintos deportivos, «pero no hemos encontrado respuesta». Martínez adquirió el aparato a una empresa que se compromete a formar a quien lo vaya a utilizar. De lo único que se tendría que hacer cargo el receptor es del seguro de responsabilidad civil.Miguel Cascales, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Murcia, dice que todas las instalaciones deportivas municipales que acogen grandes citas deportivas, como el Palacio de los Deportes, el pabellón Príncipe Felipe o las piscinas municipales, están bien dotadas de material médico. El edil, no obstante, cree que de otras que son cedidas para su utilización a clubes deportivos deben ocuparse aquellos que las disfrutan.La Federación, según está estipulado en la mutualidad de previsión social del futbolista, está obligado a hacer un reconocimiento médico a los jugadores de las categorías inferiores cada dos años, «unos 15.000 al año», y los clubes están obligados cada temporada a pagar un seguro médico obligatorio para cubrir una posible lesión.Seguro obligatorioEn el fútbol base el club solo paga a la Federación como gasto de inscripción de un jugador el referido seguro obligatorio o mutualidad, que cuesta 65 euros al año para los juveniles y cadetes, y 39 para los infantiles, alevines, benjamines, prebenjamin y equipos de fútbol femenino.La mutualidad se creó tras un decreto cuando Rubalcaba era ministro de Educación que instaba a las distintas federaciones a que tuvieran un seguro médico obligatorio. En el caso de la Federación de Fútbol incluye: reconocimiento médico, rehabilitación de toda clase de lesiones, tanto musculares como las que precisen de cirugía; hospitalización ilimitada, de cualquier necesidad; acceso a cirugía y todo tipo de lesiones; así como todos los desplazamientos del jugador, tanto a los entrenamientos como a los partidoshttp://www.laverdad.es/Futbol Base y mas

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