Hielos árticos marinos en su segundo récord de menor extensión en Julio
Los datos del NSIDC confirman mis predicciones de hace unos meses, a pesar de un año en el que la anomalía ártica había mantenido el hielo marino ártico muy al sur (a expensas de hacerlo más delgado) el hielo marino ártico está retrocediendo a marchas forzadas. Este Junio ha sido un mes en el que ha superado cualquier récord anterior de retrocesos, incluso a inicios de Julio el nivel era el mínimo histórico en estas fechas. Actualmente el ritmo de retroceso de hielos marinos árticos es algo más lento ya que está destruyendo hielo grueso de varios años.
Las corrientes de esta primavera han enviado demasiado al sur los hielos marinos más gruesos. Esto ha hecho que al principio de primavera el retroceso de los hielos se retardara, y ahora, una vez destruido la mayor parte del hielo conformado en el invierno del 2009-2010 al norte de Canadá, se frene el retroceso del hielo marino ligeramente a costa de ir perdiendo este el hielo de mayor grosor y más estable.
Esta pérdida de hielos marinos más antiguos, aunque se realiza más lentamente que la de los hielos marinos “de la añada” es a medio plazo más grave, ya que no quedará ningún núcleo de hielo marino grueso a final de temporada, esto hará la nueva capa de hielo marino de invierno más frágil y fácil de deshacer en futuras temporadas estivales.
Como predije, el ciclo del Niño y una estabilidad prevista para el ártico, junto a los efectos acumulativos del calentamiento global, haría de este verano uno donde se estaría cerca del mínimo de extensión de hielos marinos árticos. Por lo que parece ser, será entre el tercer o segundo año con menor extensión de hielos marinos árticos al final de temporada de verano (hacia mitad de septiembre).
Como puede verse, desde Mayo (donde los hielos marinos árticos partían de una situación bastante extensa debido a la anomalía del ártico que había posicionado mucho hielo viejo demasiado al sur), el hielo marino ártico ha retrocedido de forma acelerada hasta mitad de Julio. Aunque el ritmo ha bajado en Agosto, esto es debido a que el hielo que se está derritiendo es el más viejo y grueso.
Es bastante probable, también, que además del paso del noreste se abra por primera vez el paso del noroeste y el ártico sea navegable en todas las direcciones.
A diferencia de la primavera donde la anomalía de extensión de hielos marinos era dispar, teniendo más extensión que la media en el estrecho de Béring y menor en el Atlántico Norte, este Agosto el retroceso de los hielos es generalizado y se comienzan a perfilar los canales que posiblemente permitirán la navegación de la ruta noreste y noroeste por primera vez en la historia.
Siguen los frentes de los glaciares alpinos en pleno retroceso
En el caso de los glaciares de los Alpes, en los últimos años la observación directa de retroceso es muy evidente en las zonas de ablación (por poner un ejemplo, la Mer de Glace ha bajado su nivel en la cota 1.600m en 30 metros desde el 2003) pero no lo es en las zonas de acumulación. En las grandes alturas alpinas los plateaus glaciares y los circos siguen acumulando nieves y neviza que envía hielos hacia abajo. En las zonas de ablación (donde el glaciar muere) en cambio el ritmo de aporte de hielos desde las zonas de acumulación es evidentemente menor que la pérdida de hielo anual debido a sublimación y fusión. Aunque seguramente tendremos grandes glaciares alpinos durante las próximas décadas los frentes de los principales glaciares está en claro retroceso y las grandes lenguas glaciares como la del Gorner serán historia.
Lenguas terminales en la zona del Gorner-Glacier (Zermatt, Suiza), se puede ver como estas han liberado zonas en la morrena frontal que hace pocos años estaban cubiertas de hielo (la zona grisácea frontal tiene claramente una línea no colonizada por las hespecies herbáceas que sí hay en la morrena en la parte superior lo cuál indica que esta zona se ha librado de hielos glaciares hace un puñado de años).
Cuenca glaciar que alimenta el complejo de glaciares del Gorner-Monte Rosa. Los seracs y el grosor del hielo que descienden desde el Parrot y el Signalkuppe (4.554m) son contundentes. El calentamiento global no se nota en excesivo en las cuencas glaciares de alimentación (allí sigue acumulándose nieve año tras año) sinó más abajo en las lenguas glaciares y en las zonas de ablación. Aunque tendremos glaciares alpinos durante décadas estos serán más cortos y estarán a mayor cota.
El pirineo condenado a perder sus glaciares activos
Cada año se descubre que un glaciar activo del pirineo deja de serlo o que un ventisquero o helero permanente desaparece a final de temporada. Los glaciares del Pirineo están en una situación mucho más precaria que los alpinos, la menor cota, la latitud más al sur y el ser mucho más pequeños los hace más frágiles a los cambios de temperatura globales. Este Julio ha sido mortal para las nieves pirenaicas. Las zonas de neviza (allí donde la nieve se acumula año tras año y que permiten alimentar a glaciares y ventisquero) se ha reducido a la mínima expresión y al parecer este Agosto se prevee con pocas precipitaciones de nieve (que protegen la nieve de la temporada y permite que se pueda acumular en las pocas cuencas glaciares). Pasear la vista por los Pirineos es un paisaje donde la nieve es ausente excepto en las cuencas glaciares de Aneto-Maladeta o las del Perdido o Vignemale, en forma de hielo de muchas temporadas (las ascensiones más reciente relatan glaciares sin neviza y totalmente abiertos), y eso que aún quedan casi dos meses de temporada estival donde seguriá perdiéndose masa de neveros, ventisqueros, heleros y glaciares.
La noticia de pérdida de varios glaciares está localizada en la cuenca del Neouvielle donde el “Ancient Glacier du Neouville” como ya está bautizado en la cartografía más reciente ha dejado de tener actividad glaciar y ha bajado de categoría (helero) donde la nieve se acumula y se mantiene de forma permanente pero la cantidad que hay es tan pequeña que deja de tener dinámica glaciar. Todo este retroceso que está aniquilando los glaciares más pequeños de los pirineos año tras año va a dejar para la próxima década tan sólo un puñado de zonas activas glaciares en el Pirineo (las más grandes, las de Maladeta-Aneto, norte del Perdido, Vignemale) y posiblemente su inactividad y desaparición en las siguientes décadas. Los pirineistas de mi generación tenemos claro que seremos los últimos en pisar glaciares pirenaicos, como está siendo claro que glaciares que los pirineistas de generaciones inmediatamente anteriores consideraban clásicos y parte del paisaje (Neouvielle, Bachimala, etc…) hoy en día ya no existen o son simples neveros.