Cuando hablamos de mobile learning como una de las evoluciones del e-learning que se apoya en los dispositivos móviles, quizás nos venga a la cabeza la necesidad de contar con smartphones sofisticados, de última generación y que requieren de aplicaciones muy costosas.
Y aunque se hable de mobile learning en el entorno educativo como una tendencia, tampoco son muchos los centros educativos que han implementado esta metodología de manera estructural en el aula. Supongo que los motivos son muy variados aunque las investigaciones y tendencias nos estén señalando reiteradamente que el dispositivo móvil puede ser un aliado en el aula y en el proceso de aprendizaje más que un punto de conflicto como es percibido por numerosas instituciones educativas.
Yo soy defensor de que el móvil tiene muchos y variados usos en la interacción, en el aprendizaje, en la socialización con el alumnado. Es un nuevo contexto, hay que realizar diferentes pilotos y experimentar enfoques y estrategias para según que casos. El dispositivo móvil (smartphone, tableta o un móvil que reciba sms) tiene que formar parte del contexto aula.