Hay un paraíso que por muchos años ha servido como destino para todos aquellos expatriados del mundo entero; los italianos, españoles y portugueses dicen que allí los recibieron con las puertas abiertas como nunca lo harían Alemania o Inglaterra; los dominicanos, colombianos y gente del resto de América Latina hallaron las oportunidades que no vieron en sus países de origen y hasta los haitianos se hicieron de una parte del mercado de indumentaria, y no, no se trata de los Estados Unidos de Norte América sino de La Republica de Venezuela.
Un país que pasó de paraíso a infierno desde que el diablo le puso sus manos socialistas y devoró todo con sus fauces insaciables. Una país cuyos nativos huyen en un éxodo masivo como si de Cuba se tratase y que donde llegan dan de qué hablar, para bien o para mal. La gran mayoría mira con asombro la educación y el buen trato del venezolano pero como no todo es perfecto hay muchos que consiguen levantar una mala opinión como aquella prostituta que ejerciendo una actividad marginal e ilegal declaró que los dominicanos y los negros son inferiores a ella, opinión que al quedar grabada en audios de whatsapp muchos pudieron oír al punto que fue comentada en un programa de radio dominicano en el que se criticaba específicamente a la prostituta en cuestión y sus palabras pero que muchos venezolanos se lo tomaron tan a pecho alguien llegó a llamar a la estación pidiendo que no hablen del caso porque mal coloca a todo el gentilicio y no solo eso sino que muchos hablaron de “rayar” (desprestigiar) al locutor con el uso de las redes sociales. El locutor en su enojo dijo malas palabras a una mujer venezolana que llamó a su show y por eso las leyes mismas del país le dieron una multa de acuerdo a lo estipulado en las leyes de comunicación dominicanas, sin embargo los venezolanos seguían ardidos y con el deseo de hacer justicia por su cuenta porque se mencionó el caso de la prostituta.
En Perú, una supuesta comediante dijo en su chiste que los venezolanos eran quienes los sirven y los atienden bien (a los peruanos) y los venezolanos como si servir y atender fuera algo ofensivo y como si en Venezuela no llevaran años haciendo chistes realmente crueles de todos los gentilicios del mundo, se ofendieron y comenzaron a soltar todo tipo de maldiciones. Hay una verdad y es que no todos los países son como Venezuela, no todos los países son ese increíble paraíso al que todos querían ir pero de igual modo hay que aprender a ser extranjeros. Mientras los ciudadanos de a pie en cualquier país habla bien de los venezolanos, de su inteligencia, compromiso y belleza, muchos se andan ofendiendo con nimiedades y sacando la bestia resentida típica del socialismo que ha venido sufriendo su país por casi dos décadas.
Cuando se sale de Venezuela es para dejar de comportarse como un chavista.
Entre las cosas que no son sanas podemos mencionar ese hecho sencillo de andar diciendo que los venezolanos son más bellos que los nativos del país que los acoge como inmigrantes o más inteligentes o más educados. Los halagos son cosas que deben venir de terceros. En general la gente de cualquier país se maravilla con el venezolano, así que decirlo está demás, y entre las cosas que se deben tener en cuenta está el hecho de que no todos los venezolanos son iguales; muchos con costumbres marginales como poner música a todo volumen, drogarse o prostituirse han salidos de la República Bolivariana de Venezuela a querer imponer su cultura del barrio.
El que es mejor lo demuestra con sus hechos, no lo anda gritando pues los hechos siempre gritan más fuerte que las palabras.
Frases extremas como “Venezolanos fuera” o ” Ecuador para los ecuatorianos” son muestra de una gran intolerancia por parte de algunos pero como extranjeros en deber no es levantarse con ánimos de guerra a hacer frente a esas minorías sino demostrar con hechos que les conviene tener a los venezolanos en su país. Nadie dijo que ser extranjero iba a ser algo sencillo; desde la antigüedad la sola idea de ser un expatriado era causa de dolor y la verdad es que nadie quiere estar fuera de su país a no ser por situaciones apremiantes como las que vive Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro.