Se resuelve finalmente el misterio del triángulo de las bermudas

Hay cosas que marcan la historia, hitos hechos con obstáculos que la ciencia veía como infranqueables, hace cien años, por ejemplo, te habrían llamado loco si hubieras hablado de trasplantes de corazón o riñones.  Hace veinte años te habrían dicho fraude si hubieras asegurado poder resolver el misterio del Triangulo de las Bermudas.  

Hoy en día ese misterio parece haber sido resuelto finalmente, no sin antes marcar la vida de al menos tres generaciones y volverse un suceso de alcance mundial.  Una fuente virtualmente ilimitada de leyendas y posibilidades fantásticas, y hoy por fin sabemos cómo funciona.

Se resuelve finalmente el misterio del Triangulo de las Bermudas

El misterio

Randy Cerveny, científico experto en clima y oceanografía de la NASA ha pasado su carrera entera tratando de descifrar lo que ha ocurrido en el Triángulo de las Bermudas, estudiando cada caso, los buques que han desaparecido y los aviones que entran para no salir más y la falta de restos. 

El misterio estaba en las nubes

La respuesta debía de estar en el clima.  Y así era, más o menos, aunque Randy pasó los últimos quince años observarse fotos del Triángulo de las Bermudas, en específico de las nubes y tomas satelitales, buscando anomalías climáticas y cambios en el agua, pero no hallaba nada.  Hasta que un día vio unas nubes hexagonales…  

El clima

Las nubes hexagonales son únicas en el mundo, sólo existen en el Caribe y cerca del Mar de Japón.  Randy notó imágenes de estas nubes en todo el sector, que suele ser bastante tormentoso y de mal clima.  Las nubes giraban sobre sí mismas de manera muy especial, formando burbujas de aire gigantes.  

El clima es el culpable

Una sola de estas burbujas mide más o menos unos 9 kilómetros, y las nubes que las forman pasan de los 90 kilómetros de diámetro.  Las burbujas salen disparadas hacia el mar, a velocidades mayores a los 300 kilómetros por hora.  Por el tamaño y la velocidad, las burbujas pueden reducir un avión a migajas de un tiro.  Y los barcos son empujados hacia el fondo del mar, que se abre por el impacto de las enormes burbujas para tragarse lo que sea.  No eran extraterrestres ni monstruos marinos.  Comenta y comparte. 
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