…Y uno se da cuenta de que cada vez estamos para menos bromas. O que nos toman el pelo demasiado a menudo y ya no tenemos ni ganas de bromear. No tengo ni idea de cuantas “han colado”, pero seguro que en alguna hemos caído. La nuestra, los papeles de Wikileaks y la aparición del primer superhéroe de carne y hueso.
Espero que les haya hecho sonreir, al menos, unos segundos. Si así hubiera sido, nos damos por satisfechos.