Se vale soñar
Un día como cualquier otro y sientes que tu vida llega a un estado de pausa, en donde nada avanza, pero tampoco se devuelve que mal es estar así, solo viendo pasar los días y a la gente angustiada por sus vidas y problemas. Ya nadie piensa en nadie, solo importa el yo y nada más que yo.
El mundo se llena cada vez mas de intolerancia, pecado, inmundicia y sobre todo egoísmo. Estamos tan sumergidos pensando en nosotros mismos que a duras penas vemos al otro, queremos ganar en todo y ser los primeros siempre, un león hambriento por el egocentrismo interior, que nos aplaudan y nos celebren todos y cada uno de nuestros logros; si el otro triunfa nuestro ser se vuelve envidioso y avaro.
Nos olvidamos de que somos iguales y ese detalle nos lo recuerda la tumba, sí; esa a la que todos sin importar que hagamos vamos a ir.
Pero se vale soñar, sueño con un mundo de cooperación, uno en donde nos hagamos la pregunta, ¿Cómo esta nuestro vecino?, y muchas otras mas encaminadas a darnos la mano en los momentos difíciles y celebrar sin sentir egocentrismo, donde nos alegremos sinceramente por el triunfo del otro. Ese en donde nos amemos los unos a los otros como el señor Jesús tanto enseño durante sus predicaciones, retomar ese bello legado y llevarlo hasta el día de nuestra muerte.
Se vale soñar a ser grandes, a cumplir nuestras metas, a vencer los obstáculos que se nos presenten en el camino de la vida, celebrar en grande la oportunidad de haber luchado y habernos llevado una experiencia nueva a nuestro cerebro y haber cultivado una moral de la mano con la conciencia de que hicimos bien sin dejar nada porque lo entregamos en todo en la batalla.
Se vale soñar que un día despertaremos en un mundo mejor, que nuestra vida será nuestro gozo y nuestro motor para hacer cosas mejores cada día, una que nos inspire a ser personas generosas con el hermano, un mundo en el que estemos dispuestos a tenderle la mano al necesitado sin temor a que este nos haga daño como los parásitos, uno en donde no nos de miedo emprender, porque somos seres humanos dotados de cualidades iguales en el sentido espiritual y mental, con capacidad para pensar y razonar ante las dificultades, depende de nosotros que hagamos con nuestro granito de arena de este un mundo heredable a nuestros hijos.
SE VALE SOÑAR.
Hasta pronto.