“Se vende ayuntamiento por partes”. La web del Ayuntamiento de Ontinyent vende material para autofinanciarse

Imagen: muycanal.com

Si la crisis agudiza el ingenio, el ingenio de muchos está llegando a “Los límites de la realidad“. ¿Recuerdan la serie de los ochenta en la que a través de cada uno de sus capítulos se conocían historias y hechos inexplicables asociados más a la ciencia ficción que a la cotidianeidad del ser humano? Pues algo así es lo que podríamos pensar que ha pasado en el Ayuntamiento de Ontiyent, un municipio del interior de Valencia.

Al alcalde de la localidad se le ha ocurrido la genial idea de deshacerse de varios elementos de las casas consistoriales, a través de la tienda online que tiene el ayuntamiento, para hacer frente a la actual situación. De entre los artículos que podemos encontrar y adquirir hay una gran cantidad de aparatos electrónicos que formaron parte de la televisión local y que ya no se utilizan.

Pero es que además y como hemos podido leer en el diario El Mundo (www.elmundo.es) está pensado incluir en la lista: sofás, vehículos municipales, pasando por farolas y señales, así como los objetos confiscados por la Policía Local una vez superado el plazo legal de dos años. O sea que puede que algún vecino encuentre en esa lista aquello que en su día la policía le requisó y pueda comprarlo a buen precio.

Y ahora que existe la posibilidad de que haya fusiones entre ayuntamientos, habrá que estar muy pendientes de las ofertas que hagan algunos alcaldes para intentar mejorar las arcas antes de que “desde arriba” decidan si son eliminados del mapa o no. Seguro que en más de una página web encontramos coches de lujo, pisapapeles de oro o almacenes llenos de electrodomésticos preparados para regalar a los vecinos en etapa electoral.

Lo que sí está claro es, y como han notado en el Ayuntamiento de Ontinyent, que vender han vendido, lo único que falta ahora es comprobar si están dispuestos a cobrar a 90 días como hicieron ellos en su momento al pagar y que tantos problemas generó en el pequeño y mediano empresario. Qué curioso, parece que al final puede que sea verdad eso de que: “donde las dan, las toman”.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…

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