¿Y ustedes no piensan tener hijos?
Mamá y papá dicen que sí. Bueno, dicen que en realidad les tomó su tiempo decidirse (y hasta lo dudaron), pero acá estoy. Si todo sigue tan bien como hasta ahora, en diciembre salgo a la luz.
Hoy me enteré de que se iba a hacer pública mi existencia y no paré de moverme! En realidad, me muevo desde hace mucho, pero mamá nunca lo sintió. Desde hoy que la estoy volviendo loca. Pobre, no sabe lo que le espera todavía. Yo, por mi parte, no sé muy bien con qué me voy a encontrar. Acá, en el mundo intrauterino tenemos un par de frases que no por repetidas dejan de ser verdaderas.
Una de las que más se usan es la que dice que uno a los padres no los elige, te toca lo que te toca. Por lo que vengo escuchando hace unas semanas, creo que no me voy a poder quejar. Al parecer, voy a ser un viajero como ellos. Por lo menos, durante los primeros años hasta que yo pueda o quiera decidir otra cosa. Siempre viven diciendo que quieren que yo sea feliz y libre (creo que mi papá, en especial, tiene el tema de la libertad a flor de piel). Así que si yo decido otra cosa, después no me van a poder decir nada. Igual, la idea me encanta. Además, sueñan a lo grande. No les quiero adelantar mucho, pero si llegamos a cumplir todos sus sueños la voy a pasar muy bien!
Sin embargo, hay algo que me preocupa, todavía no saben mi nombre… están que sí que no que sí que no y no se deciden! Por suerte solo están entre dos opciones. Si tuvieran más de dos sería más complicado.
Creo que los tres nos vamos a llevar muy bien y nos vamos a divertir mucho. Pero ahora los dejo hablar un poco a ellos así yo no los aburro más. Al fin y al cabo, todavía, este blog es de ellos…
En casi todas las entrevistas que nos hicieron a lo largo de estos casi cuatro años de Magia en el Camino hubo muchas preguntas que se repitieron. Muchas de ellas estuvieron relacionada con los hijos:
¿Y ustedes no piensan tener hijos?
¿Y qué van a hacer si tienen hijos? ¿De qué van a vivir? ¿Van a dejar de viajar?
Cuando escribí el post Mujeres: viajar después de los 35 ese fue uno de los temas que mencioné porque sé que es algo que a las mujeres, por lo menos a muchas, empieza a darles vuelta en la cabeza después de esa edad. Esto es algo lógico porque en la mujer, la edad biológica juega un papel importante en la decisión de tener un hijo. Digamos que el hombre puede decidirse a los 45, a los 50 o más, pero la mujer debe decirse antes. No tiene chances. Es antes de los 40 (41 o 42 en algunas excepciones) y si no tomó la decisión antes, perdió. No hay más oportunidades. Podría decir que es algo injusto, pero dicen que la naturaleza es sabia…
Digo que “perdió” en el sentido de que ya no podrá tener hijos de manera natural, pero siempre está la posibilidad de tener hijos “del corazón”, como los llaman. Es decir que siempre está la posibilidad de adoptar. Nuestro sueño actual, uno de los tantos que tenemos, es tener un hijo “natural” y adoptar otro. Aunque al principio también nos planteábamos la posibilidad de solo adoptar. Haber visto a tantos niños por el mundo nos hizo replantearnos muchas cosas y una de ellas era si valía la pena seguir poblando nuestro planeta.
Pero el tiempo fue pasando y nos decidimos a probar y acá estamos… si todo sigue bien como hasta ahora, en diciembre nace un nuevo viajerito. Sí, decimos viajerito porque es un varón y porque, quiera o no quiera, se va a convertir en viajero. Por lo menos durante sus primeros años hasta que él pueda decidir qué quiere hacer (hay cosas que de chiquito no va a poder negociar….).
Estamos felices. Estamos expectantes y nos sentimos rodeados de cariño. Además, nos sentimos bien porque sabemos que es el momento. Todo llega en la vida. En el 2008, cuando perdimos el primer intento de embarazo sabíamos que no era el momento. Después de eso vendría nuestro cambio de vida. Ahora sentimos que lo es. No sólo por una cuestión biológica (inevitablemente me estoy acercando al fin de las posibilidades), sino por una cuestión sentimental y mental. Si bien uno nunca está del todo preparado, ahora nos sentimos mucho más preparados que hace cinco años. Si bien uno nunca sabe cómo reaccionará ante determinadas situaciones, ahora sabemos con mucha mayor certeza lo que queremos y lo que no queremos para nuestras vidas y, por consiguiente, para la del niño que viene en camino. Él no va a tener la posibilidad de elegir los papás que le tocan, pero vamos a hacer todo el esfuerzo para que esté orgulloso de quienes le tocaron en suerte y para transmitirle todos aquellos valores que la vida y los viajes nos enseñaron.
Ante la pregunta que sigue: ¿Van a seguir con los viajes?
La respuesta es que sí! Magia en el Camino sigue! Si bien durante los primeros meses estaremos a otro ritmo, con viajes cortos y cercanos, ya tenemos muchos planes para después. Si bien sabemos que posiblemente cambiará, en parte, nuestra forma de viajar, eso no nos asusta. Al contrario, se nos presenta un nuevo desafío y nos gusta. Habrá que aprender otras cosas, prestarle atención a situaciones que antes no teníamos en cuenta, disfrutar de nuestro momento, y aprender de las cientos de familias viajeras que conocemos y de todas las que iremos conociendo en el camino.
Como siempre decimos, son sueños, son planes y no sabemos si los vamos a poder cumplir todos, pero están y eso es lo importante. Aprendimos a disfrutar mucho de nuestro presente y a saber que los sueños se pueden cumplir. Pero, claro, primero hay que soñarlos. Y eso no nos cuesta nada. Si cuando en julio de 2009 nos hubieran dicho que hoy Magia en el Camino iba a ser lo que es, creo que no nos lo hubiéramos creído. Y eso se lo debemos a todos ustedes. Gracias por acompañarnos siempre.
Así que soñar no le hace mal a nadie. Por eso seguimos soñando. Sabemos que algunas cosas podremos cumplir y que otras, posiblemente, nos costarán más o nunca llegaremos a concretarlas. Pero no por eso nos vamos a dar por vencidos. Muchas de las cosas que logramos hasta ahora nos costaron muchísimo esfuerzo y estamos dispuestos a seguir esforzándonos.
Queremos seguir sintiéndonos libres y queremos que nuestro hijo lo sea. Queremos brindarle una educación diferente, con otras pedagogías, lejos de la escuela tradicional que, ante nuestros ojos, solo homogeniza y quita creatividad.
Queremos seguir siendo felices. Y como dicen que “la felicidad no es completa sino se comparte”, queremos compartir esta noticia con todos ustedes. Gracias!!
Todas las fotos fueron tomadas por Agostina, una de mis hermanas. La idea era hacerlas en otro lugar y con otros objetos viajeros, pero llegamos a usar los pasaportes y un barquito y un avión de papel realizados con un mapa. Aunque mucho no se ve, la intención es la que cuenta!
Pueden ver más fotos de ella en Bien Al Sur Fotografía.
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